¿Oirá bien mi bebé?
Detectar a tiempo un problema auditivo en nuestro hijo es muy importante para que no afecte a aspectos claves de su desarrollo infantil, como el habla.
El tiempo que pasamos con nuestros hijos en las primeras etapas de su vida es fundamental para identificar determinados problemas que puedan estar interfiriendo en su desarrollo. Uno de ellos sería la pérdida auditiva, cuyo diagnóstico tardío puede afectar a la adquisición y desarrollo del lenguaje.
■ Signos en menores de seis meses
Como explican desde el equipo de audiólogos de Oticon, algunas señales que pueden ayudarnos a detectar un problema auditivo en bebés son:
- No responde al sonido o a la música.
- No son capaces de mirar y orientarse hacia la dirección de la que proviene un sonido.
- No reconocen ni responden a la voz del padre o de la madre a una cierta distancia.
- No reaccionan ante los ruidos de los juguetes. - Emiten ruidos no melódicos para expresar felicidad o tristeza.
■ Hasta un año
En esta etapa, los niños ya deben ser capaces de: - Responder a su nombre.
- Mirar en la dirección de la que proviene un ruido. - Entender y responder palabras simples como “no”, “sí”, “papá” o “mamá”.
- Escuchar y reconocer canciones.
- Jugar con el padre o la madre a juegos como el cucú o similares.
- Hacer sonidos melódicos o comenzar a decir sus primeras palabras.
- Empezar a usar sonidos en lugar de utilizar gestos para pedir o comunicarse.
■ Con dos años
Pueden presentar pérdida auditiva si:
- No usan ni comprenden nuevas palabras.
- No pueden seguir instrucciones simples como que acuda a mamá o coja un juguete.
- No pueden nombrar elementos en libros o de la vida cotidiana.
- No pueden reconocer partes corporales. - Realizan emisiones vocales incontroladas, con ausencia de palabra articulada.
- No prestan atención a todo lo que queda fuera de su campo visual.
- No son capaces de preguntar y responder a preguntas simples como: “¿Qué es eso?”.
- No pueden juntar palabras como “papá arriba”.