Juegos de mesa Beneficios en la infancia
Son una herramienta muy valiosa para trabajar distintos aspectos del desarrollo infantil de un modo lúdico.
Pasar una tarde en torno a un juego de mesa es más que un entretenimiento. Su dimensión motivacional, cooperativa y comunicativa aporta muchas ventajas a niños y mayores, ya que les ayuda a “gestionar conflictos, asumir retos o en aspectos tan esenciales como la construcción de la identidad”, indica Lidia García Abián, psicóloga y colaboradora de Colorbaby.
Cómo elegir los más adecuados
A la hora de decantarse por uno u otro juego de mesa para niños o para toda la familia, hay que pensar en el desarrollo evolutivo de los jugadores (no solo en su edad), ya que esto implica tener en cuenta su capacidad de compresión. “Los juegos deben ser desafiantes, pero no abrumadores, para que todos puedan participar activamente”, indica la experta. Además, los juegos de mesa han de ser divertidos, generar risas y emociones en los participantes, lo que, por sí mismo, ya es un valor. En este sentido, deben ser capaces de “estimular la mente y despertar la curiosidad de los jugadores. Es fundamental que presenten desafíos intrigantes, preguntas interesantes o tramas atractivas que mantengan a todos comprometidos y deseando descubrir más”, subraya Lidia García Abián. Es uno de los puntos a favor de los juegos de mesa: su capacidad de motivar y centrar la atención en esa actividad, en un momento actual en que la dispersión atencional entre los más pequeños es muy elevada.
Estimulan la mente y despiertan la curiosidad y la creatividad de los jugadores en otros ámbitos
Estimular la creatividad
La participación en el juego de mesa tiene que ser libre y no obligada; solo así se consigue que se estimule la creatividad de los jugadores, y esto implica que “puedan tomar decisiones, resolver problemas y enfrentarse a situaciones inesperadas”, añade la colaboradora de Colorbaby, lo que sirve al niño o al adolescente en numerosas facetas de su vida.
Hay un aspecto clave en relación a estos juegos y es que son “herramientas sociales que promueven la interacción”. Es así porque fomentan la participación activa de todos los miembros de la familia, animándolos a comunicarse, a colaborar y a competir de manera saludable. “La actitud activa en el juego refuerza las habilidades sociales y el desarrollo integral”, subraya la especialista. Por eso, los juegos de mesa han de ocupar un lugar especial en cada familia.