¿Es bueno aprender de memoria?
Comprender lo que se estudia, poner en práctica lo aprendido y añadirle creatividad son claves para el éxito en el aprendizaje de nuestros hijos.
La memoria
Siempre tiene que formar parte del trabajo y del desarrollo intelectual de nuestros hijos. “Lo que no tiene sentido ni es eficaz es que traten de sustituir la comprensión de lo que están estudiando utilizando únicamente la memoria”, señala Jerónimo García Ugarte, coautor del libro
5 llaves para educar en el S. XXI. Tampoco es bueno que la mayor parte del trabajo que deben realizar en el colegio o en casa (deberes) esté dirigido a un aprendizaje de memoria.
“En pleno desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación resulta poco práctico, por ejemplo, dedicar mucho tiempo a memorizar todas las ciudades europeas”, opina.
Comprender, eso es lo importante
A la hora de ponerse a estudiar, nuestros hijos deben tener en cuenta tres puntos: que la información que manejan sea rigurosa, que comprendan lo que estudian y que sepan aplicarlo a la realidad. En el ejemplo de las ciudades europeas, apunta el experto, “lo realmente importante, además de saber localizar la información, es comprender lo que significa Europa, la estructura de la Unión, o simplemente ser capaz de diseñar el itinerario para ir de una ciudad a otra”. “Es más: cuando nuestros hijos se enfrenten al mercado laboral”, señala, “lo que se les va a pedir es que apliquen unos contenidos teóricos a la solución de un problema práctico y, sobre todo, que sean capaces de crear un nuevo modo de afrontar la realidad a partir de dichos contenidos”.
Cómo ayudarles
La labor principal de los padres debe ser la de acompañar, no la de sustituir. Resolver sus dudas, ayudarles a superar sus debilidades, potenciar sus fortalezas y escuchar cómo exponen un tema. El problema comienza cuando los padres empiezan a asumir la responsabilidad de las tareas de sus hijos.