Bebidas energéticas en niños: los pediatras alertan

Algunos las toman para activarse, otros para estudiar, por imitación... Pero en ningún caso son adecuadas para este grupo de edad.

Galicia es la primera comunidad autonómica española donde el consumo de bebidas energéticas va a ser totalmente prohibido entre los menores, bajo multa económica de entre 600 y 3.000 euros. La comunidad gallega ha sido pionera, pero otras estudian ya cómo imponer una norma similar, dadas unas preocupantes cifras que arrojan que un 40 % de los estudiantes de Secundaria ingieren habitualmente este tipo de bebidas.

Consecuencias en niños y en adultos

El Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría ha querido salir al paso para apoyar la decisión de las autoridades sanitarias. “El consumo de bebidas energéticas tiene consecuencias negativas para la salud en la edad pediátrica y también en el adulto”, advierten. Muchas de estas bebidas se venden en envases de medio litro. La cantidad de cafeína que contienen equivale a más de dos cafés expresos, cuando en la edad pediátrica no se debe tomar cafeína en ninguna cantidad. Pero, por si fuera poco, incluyen “un elevadísimo aporte de azúcares simples”, que en los niños no debe superar el 5 % del valor calórico total de la dieta. Por todo ello, su conclusión es muy clara: “No deben ser consumidas en la edad pediátrica”, ya que los estudios realizados hasta la fecha han puesto en evidencia que el consumo de estas bebidas se asocia a “irritabilidad, insomnio, cefaleas, ansiedad, falta de concentración y patologías metabólicas y cardiovasculares, como taquicardia o aumento de la presión arterial”, destacan.

Estilo de vida saludable

La ingesta de este tipo de bebidas denominadas energéticas no puede considerarse dentro de un estilo de vida saludable. Tal como recalca la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), “el consumo de estas bebidas abre la puerta a la ingesta de otras sustancias tóxicas y a la promoción de adicciones, ya que es habitual que los adolescentes mezclen las bebidas energéticas con alcohol”.

Al margen de esto, su consumo continuado puede genera tolerancia, por lo que cada vez necesitan tomar más cantidad. También pueden producir adicción por el efecto que tanto el azúcar como la cafeína y el resto de componentes tienen en el organismo de un menor cuyo peso es mucho más reducido que el de un adulto.

Tienen un elevadísimo aporte de azúcares y de cafeína que afectan a la salud negativamente