¡Así, así gana el Madrid!
Regreso al pasado. Donde no llegaba el Madrid, lo hacían los colegiados. El equipo de Ancelotti sumó tres puntos de un histórico sabor rancio
S BARCELONA e suponía que era una etapa afortunadamente superada, pero parece que no es así. El Real Madrid debe ganar por lo civil o por lo criminal y, como sucedía décadas atrás, el árbitro echó una mano para sacar del apuro al equipo blanco. El ‘galáctico’ fue ayer Muñiz
Fernández, el engominado colegiado y protegido de Díaz Vega, que posiblemente no pudo dormir con la conciencia tranquila a poco que hiciera un repaso mental del atraco al que sometió al modesto Elche.
Si en el minuto 33 el árbitro ya cometió la cacicada de perdonar la segunda tarjeta amarilla a Sergio
Ramos, lo mejor quedaba por llegar. Y sucedió en el tiempo de añadido, cuando sancionó con penalti una pugna entre Pepe y Rubén Pé
rez en un saque de esquina cuya ejecución ya superaba ampliamente el tiempo inicialmente añadido. La decisión fue una demostración de prepotencia y chulería de Muñiz, que hasta el momento le ha dado más rendimiento al Real Madrid que Gareth Bale. Aunque no fue una acción tan escandalosa, también es cuestionable la falta que permitió a Cristiano anotar el 0-1.
El encuentro, mediatizado por el lamentable proceder del colegiado, fue similar a los que el equipo de
Carlo Ancelotti había disputado en Granada y Villarreal. Es decir, un juego muy flojo, indigno de un conjunto de su potencial. Antes del minuto de juego Cristiano Ronaldo ya había puesto a prueba al meta
Manu Herrera con un potente y lejano zurdazo pero ese sería el único disparo entre los tres palos en los primeros cuarenta y cinco minutos. Una vez más, Diego López fue el salvador de su equipo. El meta gallego empezó su ya habitual repertorio de paradas rechazando un cabezazo de Lombán. Poco después, interceptó un remate de Carles Gil. Sin respiro para el Real
Madrid, Javi Márquez desperdició la ocasión más clara al fallar una volea con la zurda cuando estaba en inmejorable posición.
Del Real Madrid, en el primer tiempo, cabe constatar la ‘licencia para matar’ que los colegiados siguen renovándole a Ramos. El defensa andaluz vio una amarilla en el minuto 9 y el colegiado se acobardó cuando debió mostrarle la segunda en el minuto 33.
A los seis minutos del segundo tiempo, Cristiano inauguró el marcador al transformar una falta con la colaboración del meta
Manu Herrera. Ni con ventaja en el marcador mejoró la imagen del Real Madrid, sino todo lo contrario. El conjunto de Fran Escribá no perdió la compostura y, a falta de llegadas con claridad a la portería rival, supo entrar en la recta final del partido con opciones. Y obtuvo su premio en el minuto 91 al marcar Boakye. El Martínez Valero enloqueció, pero en escasos minutos pasó de la euforia a la rabia por el mencionado atraco.