“En cuanto perdamos habrá fiesta de nuevo”
El técnico rebaja el nivel de euforia, insiste en que seguirá rotando a sus jugadores y avisa de la dificultad de ganar fuera
Cada vez que se sienta ante las cámaras y los micrófonos, Luis Enrique transmite la misma tensión que exige a sus jugadores en cada entrenamiento y en cada partido. Y ayer no fue una excepción, por más que por primera vez en mucho tiempo no tuviese que responder ni una pregunta sobre Leo Messi, y por más que el ambiente en el entorno del Barça, y por lo tanto en su rueda de prensa, fuese el más plácido de las últimas semanas.
“No veo que el ambiente sea muy diferente al de otras ruedas de prensa, yo noto siempre el mismo”, aseguró el entrenador asturiano, siempre alerta, hasta el punto de que cuando le preguntaron si al equipo le falta dar un salto de calidad en sus partidos fuera de casa, se mostró irónico, escéptico y con ese punto de presión que siempre le acompaña. “Al equipo no le falta nada... entre otras cosas porque en cuanto perdamos o empatemos habrá fiesta de nuevo”, dijo, convencido de que la crítica volverá a abalanzarse sobre él al mínimo tropiezo.
Pero más allá de su ironía, Luis Enrique por fin pudo disfrutar de una cierta relajación en medio de un mes especialmente intenso, con la eliminatoria de Copa del Rey ante el Atlético a la vuelta de la esquina: quizá por el rival, un Deportivo de la Coruña que no vive su mejor época, o porque el último partido de Liga dejó un excelente sabor de boca, Luis Enrique tuvo tiempo de recordar que el Barça le cuesta más ganar fuera de casa “porque en un deporte como el fútbol no gana siempre el mejor” y porque lejos del Camp Nou entran en juego factores “como el césped o el público, que siempre lo complican”.
Eso sí, el técnico reivindicó que el Barça siempre mantiene “la idea de ir a por el partido y de querer ganar, sea donde sea; luego estaremos más o menos acertados, pero la idea y la actitud siempre la tenemos”, defendió.
También reconoció que si pudiera elegir la planificación ideal, el Barça jugaría un partido por semana, en lugar de dos. “Es mejor para recuperar esfuerzos y preparar los partidos, pero ya estamos acostumbrados a jugar cada tres días, forma parte de nuestra rutina”, concedió.
Además, Luis Enrique aseguró que no tiene pensado aparcar las rotaciones, por más que el Barça esté a punto de afrontar partidos decisivos y sin margen de error, como el cruce de Copa ante el Atlético o la eliminatoria de octavos en la Champions ante el Manchester City. “Yo creo que somos más fuertes teniendo a 20 jugadores disponibles, aun- que no todos puedan tener minutos. La temporada es larga y cuantos más seamos, mejor. A la larga, eso es bueno y por eso actúo así”, respondió cuando un periodista le preguntó por las ventajas de tener un once fijo. “Eso habría que preguntárselo a los entrenadores que lo tengan, yo no”.