La gestión de la portería
EL RETO A ZUBI. “Este problema es tuyo”. Fue la frase que le espetó el expresidente Sandro Rosell a Andoni Zubizarreta cuando fue oficial la marcha de Víctor Valdés. Zubi había sido portero y entonces era secretario técnico por lo que se le exigía acertar con el relevo del meta de Gavà. Podía fallar en un delantero o en un centrocampista pero no en un portero. Zubizarreta no tardó en tomar una decisión y, visto lo visto, la contratación de Andre Ter Stegen ha sido un acierto. Detalles como el visto en Elche sirven para certificar que se trata de un guardamena con sangre fría y con un gran dominio del balón con los pies. Hoy Ter Stegen no es titular en la Liga por dos razones: por su juventud y por la lesión sufrida a inicios de temporada. El primer aspecto es lo que decidió a Unzué a sugerir la contratación de un guardamenta de perfil Barça con algunas variantes a las del alemán: que conociera la Liga española y que tuviera experiencia. Así fue como llegó Claudio Bravo. El chileno garantizaba personalidad bajo los palos al tiempo que el alemán podía hacerse con el club, el idioma, la ciudad y un entorno muy diferente al de Borussia. Sin que nadie le nombrara, el recuerdo de Enke estaba presente y el Barça no quiere exponer a Ter Stegen sobremanera pese a que, según cuentan, sus actuaciones en los entrenamientos son para sacarse el sombrero. Valdés está hoy en Manchester y el Barça no le echa de menos porque tanto la secretaría técnica como los entrenadores (Unzué ya que Luis Enrique dijo que de porteros no sabe nada) han efectuado una sensacional labor que permite al equipo respirar tranquilo y también ser, en estos momentos, la segunda mejor defensa de la historia del club. Cuando la marcha de Valdés parecía irreparable, hoy nadie llora por él.