Sonrisas y lágrimas
Aunque la victoria de Nigeria alivia a Argentina, el Mundial está siendo una pesadilla para Messi... mientras Coutinho explota como el jugador más decisivo de Brasil
El mundo del fútbol aún se preguntaba qué demonios le ocurre a Leo Messi cuando Phillippe Coutinho reclamó su propia cuota de protagonismo reventando el resultado del Brasil-Croacia: en menos de 24 horas, los dos jugadores del Barça representaron desde Rusia la cruz y la cara del fútbol y del Mundial, un torneo tan intenso que obliga a los futbolistas a un esfuerzo mayúsculo.
Mientras Messi vive una tortura como capitán de una selección a la deriva, Coutinho puede presumir de liderar a Brasil y de ser uno de los jugadores más decisivos del campeonato, no en vano sus dos goles permiten a la ‘seleçao’ sumar cuatro puntos y encarar con optimismo la última jornada. En menos de un día, Argentina bajó al infierno y Brasil creyó tocar el cielo. Messi se recluyó en sí mismo mientras Argentina estallaba de cólera y pocas horas después, Coutinho sonreía liberado tras abatir a Costa Rica en el tiempo de descuento, después de un sufrimiento indecible.
Fue uno de esos partidos en los que el portero (Keylor Navas) parece tocado por una inspira-
Nuevamente discutido por la prensa y la afición de su país, Messi vive sus horas más bajas como internacional argentino
Leo recibió con alegría la victoria de Nigeria que da aire a Argentina y ya depende de sí misma para clasificarse
Coutinho abatió a Costa Rica con un gol en el descuento y ya es uno de los jugadores más determinantes del Mundial
ción divina y los delanteros rivales (Neymar y Gabriel Jesús, especialmente), abrumados por una maldición. Hasta que Coutinho descorchó el partido. El jugador del Barça coleccionó su segundo MVP del Mundial en dos partidos. Nada que ver con
Messi, que vive sus horas más bajas como internacional argentino: nuevamente criticado por la prensa de su país, los datos de su rendimiento ante Croacia ofrecieron la imagen de un futbolista ausente, a años luz del que deslumbra en el Barça.
Willy Caballero, otro de los señalados, completó más pases que Messi ante Croacia, dato suficiente para que algunos analistas exijan incluso que Messi vuelva a abandonar la selección. Acostumbrado a lidiar con la desmesura, Messi parece superado por el caos que se respira en la albiceleste. Es un equipo que vive bajo el síndrome de la ley de Murphy: todo lo que podría salir mal está saliendo mal. Desde la preparación del Mundial (amistosos cancelados, lesiones de última hora, confusión en la convocatoria) a la llegada a Rusia, Argentina se ha ido minimizando como equipo. En su caída, la albiceleste ha arrastrado a su líder y mejor futbolista.
MESSI, EN LA DIANA En las últimas horas, a Messi se le ha acusado de indolente y de conspirador: hubo incluso quien apuntó que su mal partido ante Croacia fue deliberado y motivado por sus ganas de cargarse a Jorge Sampaoli.
Y a pesar de todo, la victoria de Nigeria ante Islandia da vida a Argentina, que recupera opciones para estar en los octavos de final: eso sí, deberá ganar a Nigeria el próximo martes. Brasil no vive precisamente en un paraíso deportivo, pero cuenta con un futbolista en estado de gracia: los focos apuntan a Neymar pero el fútbol y los goles decisivos son cosa de Coutinho, el futbolista más decisivo del campeonato junto a Cristiano Ronaldo y Diego Costa.
La sonrisa de Coutinho es la sonrisa del Barça, que hace un año suspiraba por un futbolista que acabaría llegando en enero. Fue el fichaje más caro de la historia del club, pero su rendimiento en el Mundial le consagra como un jugador de primer nivel mundial, perfectamente capaz de gestionar la presión y de aparecer en los momentos más críticos.