Hartos del circo de Neymar
Tite cuadrará a su estrella en una reunión antes del encuentro contra Serbia para intentar reconducir su conducta siempre al límite de la provocación
Tite ha decidido tomar cartas en el asunto para frenar a Neymar. Antes del encuentro del miércoles contra Serbia, en que la Canarinha se juega la clasificación para los octavos de final, el técnico gaucho tendrá una reunión privada con su ‘10’ con un único punto en el orden del día: que se centre de una vez por todas en la competición y que abandone sus comportamientos infantiles y egocéntricos, que solo generan turbulencias y malestar interno y externo.
Neymar está ingobernable. Contra Costa Rica no solo insultó a rivales (no es necesario ser fluente en portugués para hacer lectura labial) sino incluso a Thiago Silva, capitán del PSG y en aquel día de la Seleçao, a quien le reprendió que volviese un balón a los ‘Ticos’, en una acción de fair-play.
Tite le pidió que se calmase, pero
Ney siguió fuera de control. Quiso engañar al árbitro con un penalti ridículo, el holandés Bjorn Kuipers mordió el anzuelo, pero el VAR lo desenmascaró convirtiendo la jugada en uno de los hits más ridículos de todo el Mundial. El ‘10’ siguió quejándose, peleándose con el mundo hasta que fue tarjeteado en el minuto 81. Ahora está a una amarilla de la suspensión y viendo su nivel de irritabilidad no es necesario ser un adivino para prever que los serbios lo intentarán sacar fuera de sus casillas.
Sus lágrimas al final del partido han sido interpretadas como un episodio más de un reality show. Más que desahogarse, para sus compatriotas es un ejemplo de su ‘desequilibrio emocional’ y una escenografía de su forma de ser mimada, que solo tenía como objetivo robarle todas las fotografías a Philippe Coutinho, héroe en la victoria y MVP por segunda vez.
El show se extendió en las redes sociales, Ney mandó un mensaje maleducado mientras algunos de los Toiss insultaban gravísimamente a Galvao Bueno, la voz desde hace décadas de la Rede Globo en los partidos de la Seleçao y en la Fórmula 1.
Tite se negó a regalarle ni un segundo en la rueda de prensa postpartido. Y el sábado, en la comparecencia de Rodrigo Lasmar, el médico que lo operó en marzo de la fisura en el pie, dejó muy claro que no padece ningún tipo de lesión. Si decide, de nuevo, retirarse de un entrenamiento por voluntad propia, como hizo la semana anterior, no contará con ninguna coartada médica. Algunas de sus actuaciones son inexplicables. Contra Suiza, acabó con tres agujeros en las medias, interpretados como heridas de guerra, tras haber sido cazado diez veces. Ante Costa Rica, ocurrió lo mismo, pero ninguna repetición indicaba patadas en aquella región… la solución al enigma es que el propio Neymar se hizo los agujeros en el vestuario, según algunos exjugadores que ahora son analistas, para que no le presionaran tanto las medias, algo que por lo que parece solo le ocurre a él. Sus ganas de engañar no tienen límites.
La actitud del crack empieza a colmar la paciencia del seleccionador y sus compañeros