Kaliningrado, el enclave ruso en la Unión Europea
▄ España ‘salió’ ayer de Rusia para enfrentarse mañana a Marruecos en Kaliningrado, un territorio aislado del resto de la Federación que resiste como parte de Rusia desde después de la Segunda Guerra Mundial. Entonces en esta devastada ciudad solo quedaban 73.000 habitantes, nada que ver con los casi 500.000 actuales, de los cuales el 87,4% forman la mayoría rusa. El oblast (región) roza el millón y solo tiene 15.000 km de extensión, la mitad que Catalunya. Terminada la guerra hace casi 73 años, la Conferencia de Postdam fijó que la antigua Köningsberg (en el Mar Báltico entre Polonia y Lituania) pasaría a manos soviéticas, quienes la rebautizaron como Kaliningrado por un general muerto en el campo de batalla. Sin embargo, cuando la voraz Unión Europea acogió en 2004 a las tres Repúblicas Bálticas, Kaliningrado quedó rodeada de países de la Unión Europea, convirtiéndose en un gran enclave geoestratégico y militar.
Por ello, Vladimir Putin trabajó para que la ciudad que vio nacer a Immanuel Kant en 1724 fuese sede, dejando de lado ciudades más ‘futboleras’ como Krasnodar (cuartel general de La Roja) o las convulsas Grozni (Chechenia) y Majachkala (sede del Anzhi en el que jugaron Eto’o y Roberto Carlos).
Tras disputar la Premier Liga rusa entre 1995 y 1998, el Baltika de Kaliningrado ha jugado siempre en Segunda o en Segunda B (2002-05). La pasada campaña, los ‘belo-shinnie’ (blanquiazules) fueron quintos y quedaron a solo cuatro puntos de la promoción. Por cierto, en la última jornada se estrenó el Stadion Kaliningrad con llenazo (35.000 espectadores contra el Tyumen, en 2ª División).
La clave: Kaliningrado pasó a formar parte de la URSS en virtud de los Acuerdos de Postdam (1945)