La pizarra de Valverde
Un apunte más sobre lo visto el sábado en el Camp Nou. La primera parte evidenció las intenciones del Espanyol y las dificultades del Barça para encontrar espacios. 0 a 0, sin apenas ocasiones con el balón rodado. Tras el descanso, más de lo mismo, pero todavía con menos presencia azulgrana cerca de Diego López. Minuto 60: hora del entrenador. Malcom y Roberto, por Arthur y Semedo. Cambio de jugadores pero no de dibujo. Objetivo: amplitud, con el brasileño (izquierda) y con el catalán (derecha); profundidad, con Luis
Suárez; lanzamiento exterior, con Coutinho (como interior zurdo), y Rakitic (diestro); más Messi, como siempre, con libertad para todo. Algo para sorprender.
Ante el Rayo Vallecano -9 de marzo-, con empate a 1, cambio en el descanso: Dembélé por Arthur. Cambio de jugador y de dibujo -4-2-3-1-, con Sergio y Vidal en el doble pivote, y Coutinho, Dembélé y Messi por detrás de Suárez. El Barça acabó ganando por 3 a 1.
Como técnico no experto en el método Barça, el Txingurri trata de acercar al equipo a su idea futbolística. Incluso ante el Betis -17 de marzo-, en el Villamarín, se atrevió a iniciar con un 4-42 conservador para contrarestar el fútbol de los de Quique Setién. El 3-4 del Camp Nou de la primera vuelta puso en alerta a Valverde. El Barça perdió la posesión, jugó a la contra y ganó 14. Hasta Messi dio por bueno el planteamiento aunque, eso sí, dejó claro que sólo por un día. Tres últimos partidos de Liga, tres movimientos diferentes. La pizarra de Valverde se mueve. Que cada uno saque sus conclusiones.