Unzué acepta el “reto”
Con un discurso lleno de ilusión y ambición, el nuevo entrenador del Girona fue presentado ayer en Montilivi. Dijo estar preparado para ayudar al equipo a volver a Primera aunque remarcó la “enorme dificultad” de la categoría de plata
Anunciado el jueves por la noche, a Juan Carlos Unzué se le presentó en sociedad ayer al mediodía. Llega como sustituto de Eusebio Sacristán con la misión de liderar el proyecto de subir cuanto antes a Primera. Lo hizo con un discurso lleno de ilusión y ambición, sin esconder en ningún momento que el ascenso es la meta del club y también la suya. “Acepto el reto de subir al Girona”, lanzó para empezar, antes de afirmar que “no hay que tiener miedo” para buscar un ascenso por el que “una docena de equipos” también lucharán. Quiso recordar que “no se sube en octubre ni en noviembre, sino en julio”, para subrayar que “por más buen plantel que tengamos, seguro que pasamos por malos momentos”. Secundado por el presidente Delfí Geli y el director deportivo Quique Cárcel, concretó que la pretemporada arrancará el 8 de julio y que la intención es disputar entre seis y ocho amistosos. Firma por un año, hasta el 30 de junio del 2020, y será renovado de manera automática si se logra subir -tiene dos años más opcionales-.
Por más buen equipo que tengamos, habrá algún mal momento
Acepto el reto de subir al Girona a Primera. Espero estar a la altura
Quiero que mi equipo domine todos los aspectos, con y sin la pelota
ESTAR A LA ALTURA Llega Unzué a Montilivi para “entrenar al Girona en Segunda” haciendo caso omiso a las posibilidades, todavía remotas, de que el caso Oikos permite al club de Montilivi regresar a la élite en los despachos. “Todo lo que pueda pasar luego, yo no lo puedo controlar. Me centro en preparar el primer entrenamiento y la pretemporada. Pasó de puntillas sobre el posible amaño en el Valladolid-Valencia de esta temporada y valoró las acciones legales que ha decidido tomar el club para intentar demostrar que ha existido un delito. “Se está haciendo todo lo que se tiene que hacer, que es defensar los derechos de uno mismo. El club lo está haciendo de manera muy respetuosa”, dijo. Espera “estar a la altura” y se mostró convencido de que le ha ido muy bien pasarse este último año sin entrenar. Recalcó la “enorme dificultad” de competir en una categoría como lo es la Segunda División, además de hablar de su libro de estilo. “Soy amigo íntimo de Machín y también de Eusebio. No tengo ninguna duda de que he aprendido de ambos y les tengo un gran respeto, pero yo soy Juan Carlos Unzué, entrenador del Girona”. No habló de un sistema de juego concreto, sino que afirmó que su “prioridad” no será otra que la de “captar lo más rápido posible donde los jugadores pueden sentirse más cómodo”.
Espera que su Girona sea un equipo que “domine todos los aspectos del juego, con y sin el balón, para ser lo más camaleónicos y fuertes posibles. Esto lo que nos dará es muchas alternativas”. No llega a un lugar desconocido el navarro. Pese a no haber entrenado nunca al equipo de Montilivi, acudió a la mayoría de los partidos de esta temporada en este mismo estadio aprovechando que si hijo Aitor formaba parte del cuerpo técnico de Eusebio. Mantendrá el cargo y ejercerá como analista un curso más. Su mano derecha será Chicho Pèlach, un hombre de la casa y quien hasta hace poco dirigía el filial.
Llega solo Unzué, que no se ha traído a nadie de su confianza. “La gente con la que he trabajado con anterioridad está ocupada. Quique (Cárcel) lo tuvo en cuenta y me propuso este cuerpo técnico. Él lo vio muy claro, y lo que faltaba es que yo también sintiera que tenía que ser así. A lo largo de estos días nos
Soy amigo íntimo de Machín y Eusebio, pero yo soy Juan Carlos Unzué, técnico del Girona
hemos ido conociendo y las sensaciones han sido muy positivas”, remarcó.
LA PLANTILLA “Mentiría si digo que no quiero que se queden prácticamente todos los jugadores que hay”, dijo cuando se le preguntó por la actual plantilla, en especial por Cristhian Stuani. Aunque matizó sus palabras: “Soy consciente de que no será fácil tras el descenso”. Eso sí, está “convencido” de que el Girona “armará un buen equipo” pase lo que pase. “Lo que quiero es que la gente que se quede lo haga convencida de que este es su sitio y que acepte el reto”. Además, añadió que quiere “dar motivos” a los aficionados para que se puedan seguir “sintiendo orgullosos de su equipo esté o no en Primera”.