Griezmann, Neymar y el efecto dominó

S olo cinco días después de que Gil Marín, consejero delegado del Atlético, asegurara (en una plaza de toros) que Griezmann ficharía por el Barça, Josep Maria Bartomeu, presidente blaugrana, confesaba (curiosamente, en una carrera de motos) que no había nada con el delantero: “Ni hemos hablado”. El culebrón más rocambolesco de los últimos años vivió ayer un nuevo y desconcertante capítulo que, seguro, no será el último. Porque hasta el día 1 de julio (fecha en la que la cláusula de Griezmann pasa de 200 a 120 millones de euros), las especulaciones sobre el francés van a seguir. Y las filtraciones (casi siempre interesadas) de todas las partes pondrán en jaque a los medios de comunicación. Y mantendrán la expectativa de los aficionados. Porque, al final, llegará un momento en el que

Griezmann deberá anunciar dónde jugará la próxima temporada. Porque en el Atlético, seguro que no... Aunque de

Griezmann y de sus asesores yo ya me lo creo todo. Incluso que acabe en el PSG en lugar de Neymar, que cada vez está más fuera del club parisino... ¿y más cerca del Barça? ¡Qué locura!

UNA GRAN LLUVIA DE MILLONES. Todo parece indicar que el mercado de delanteros de este verano acabará sucumbiendo al efecto dominó. Cuando se mueva una pieza, empezarán a moverse todas las demás. Con Barça, Madrid, Atlético, Manchester United, Juventus y PSG buscando gol y con

Griezmann, Neymar, Mbappé (aunque Al Khelaifi asegure que se queda “al 200%” al más puro estilo Jordi Mestre) y Cavani como estrellas en el escaparate. Un efecto dominó que estallará en una auténtica lluvia de millones sin precedentes.