El estrellismo como tacticismo
Ney siempre ha tenido claro que su paso por París es transitorio. Y lo ha recordado a diario, haciendo uso de las prebendas que supone ser el nº 1 (como hace, sin ningún tipo de reproches en la Seleçao). Su estrellismo calculado ha funcionado como una gota malaya que a diario ha ido minando la paciencia de los propietarios del club, que se han ido cargándose de razones para desprenderse de su estrella, como el propio interesado pretendía. Uno de los episódicos más conocidos es la intervención del quinto metatarsiano del pie derecho (que afectó el ligamento) en marzo de 2018 por parte del médico de la Seleçao, Rodrigo Lasmar, y que generó una guerra de bisturís entre la CBF y el PSG. Neymar ha sabido desgastar a la cúpula del club, mientras ha mantenido una relación, incluso de complicidad, con Thomas Tuchel esta última temporada, algo que nunca existió con Unai Emery, a quien el brasileño le recordaba a diario quien era el ‘jefe’ deportivo del club.
Neymar ha sabido desgastar a la cúpula del club mientras ha sido cómplice con el técnico del PSG