Falta de identificación de Neymar
Desde el primer momento se dio cuenta que se había equivocado fichando por el club francés
Con petrodólares se pagaron los 222 millones de la cláusula de rescisión del Barça, una ficha astronómica, completada un contrato de publicidad estratosférico con el Emirato estratosférico… pero el dinero no compró la complicidad de Neymar, que sigue ha marcado distancias. Desde demasiado pronto, el brasileño se dio cuenta que se había equivocado yendo a una liga menor, con jugadores técnicamente más limitados y mucho más violentos, y un club con comportamiento de nuevo rico, que nada tiene que ver con lo que vivía en Barcelona. La inexistencia de entusiasmo de Neymar ha acabado convirtiéndose en una afronta al orgullo qatarí.