Riqui no está para siestas
El Barça acaba la jornada tercero: a tres puntos del Madrid y diez del Atlético. Los azulgranas solventaron un partido plácido sin apenas sufrir
Puede ser que el fútbol sea el deporte que se parece más a la vida. Puede ser que haya partidos en los que no pasa nada para que luego pase todo en uno o dos instantes a lo sumo. Hay partidos así, como lo fue este Elche-Barça, tan aburridos de jugar como de ver o escribir sobre ello. Si además se juegan en horario de siesta y pijama, echar una cabezadita no debería tener tan mala reputación. Otra cosa es que sean los propios futbolistas los que, jugándose LaLiga, salgan a medio gas. Por mucho que vengan de tres prórrogas y de seis partidos seguidos lejos del Camp Nou.
Por mucho que las piernas y la cabeza respondan de aquella manera. Por muchos agravios y coartadas que acumulen, resulta peligroso vivir así, en el alambre, con la situación del Barça en LaLiga. “Pondremos un equipo con nervio y mentalidad fuerte para intentar ganar el partido”, dijo
Koeman en la previa.
Pero durante muchos minutos si alguna cosa no tuvo el encuentro fue nervio. Luego De Jong puso una marcha más, pero sacó adelante el partido con dos acciones aisladas. Con un lío en el área que
Frenkie terminó aprovechando. Y con un zarpazo de Riqui Puig, también con el holandés (el mejor de largo del equipo ayer) en la pomada dando la asistencia. El canterano sigue empeñado en hacerse un sitio en el equipo. Nadie se tiene más fe que él mismo y quiere triunfar en el Barça. En ello está y no está dispuesto a que nadie decida su destino. Lo celebra el culé que ve en él cosas que no ve en otros futbolistas.
Un jugador que afronta la dificultad sin perder la alegría y que siente suyo el Barça. Puede que en los entrenos no sea el más esforzado, pero cada vez que entra en un partido sale a comerse el mundo.
KOEMAN CAMBIA EL CHIP Frente al Elche vio portería. El más bajito marcó de cabeza su primer gol en Liga y lo celebró con el ímpetu del que persigue un sueño. Puede que el gol no defina el juego de
Riqui, puede que nunca haya sido su especialidad, pero es un nuevo mensaje sobre su ambición. Incluso Koeman, que no se cree del todo al futbolista, se está dando cuenta de que puede ser útil. Que puede ser un revulsivo y que, de vuelta al 4-3-3, es un jugador que puede ser un relevo válido de
Pedri.
“Me gusta su inconformismo. Así tienen que ser todos los jugadores que a pesar de no tener minutos disfrutan cuando el entrenador te
De Jong animó un partido insípido y Koeman empieza a darse cuenta de que Riqui Puig puede serle útil
Ganar sin jugar bien también define a los equipos grandes y el Barça lo logró ante el Elche
los da y tratan de demostrar que tienen futuro. Ha tenido su importancia en el partido”, le concedió el holandés.
Antes, Ter Stegen salvó al equipo de un mal trago en un mano a mano asombroso. Fue el único susto de una siesta sin grandes sobresaltos.
Con un Barça que no jugó bien, cansado seguramente de tanta tralla, y poco estimulado por el rival, el escenario y la hora. Apenas pasaron cosas en el
Martínez Valero en un partido del que nadie se acordará mañana. La mejor noticia fue sumar los tres puntos y volver a casa con la sensación de apenas haber sufrido.
Son ya cinco victorias seguidas fuera de casa, cuatro en la competición liguera. No le queda otra al Barça: sumar de tres en tres para seguir en la pelea en LaLiga. También con partidos así. Ganar sin jugar bien también acostumbra a definir a los grandes.