Un Barça remolón espabila a tiempo para seguir trepando
Ya fuera por el calor inesperado en Elche o por jugar a primera hora de la tarde, el equipo salió a un ritmo bajo, más allá de los chispazos de Dembélé y De Jong
El FC Barcelona encadenó la cuarta victoria consecutiva en la Liga, y todas a domicilio, ante el Elche en un partido sin brillo, de mucha lucha y poca brillantez, solventado con una acción de carambola culminada por
De Jong y otra potente arrancada del holandés gracias a la que Riqui
Puig puso la rúbrica en el último minuto. Antes, Ter Stegen había evitado el empate del Elche tras un error garrafal entre Mingueza y
Araujo. El Barça apuró demasiado y jugó al límite con el resultado, aunque finalmente le salió bien. El conjunto de Koeman se encontró unas condiciones climatológicas sorprendentes en la ciudad de las palmeras. Unos 20 grados, sol y ni rastro de las fatídicas borrascas Hortensia o Filomena. El tiempo era ideal, pero el césped no tanto. El bote era un tanto irregular y no era para hacer florituras, si bien era suficiente como para mostrar un mejor juego del que se vio en el arranque. El equipo blaugrana estuvo lento en la circulación y con el único recurso de las jugadas individuales de Dembélé. En esta ocasión, ante la ausencia por sanción de Messi, Griezmann fue el delantero centro y Braithwaite se escoró en la izquierda. El Elche, por su parte, estaba muy replegado con su plan habitual de defender con orden para buscar balones largos en los que Boyé debía buscarse la vida. Umtiti, la novedad en el once, y Araujo vivieron en realidad más en campo contrario que propio. Pese al dominio blaugrana, los ilicitanos dispusieron de la primera ocasión con un cabezazo alto de Raúl Guti. El Barça se encomendaba al balón parado o a las segundas jugadas. Jordi Alba y Pedri lo probaron desde la frontal con tiros que se marcharon por poco. El partido estaba muy denso y se rompió por un accidente. Braithwaite centró, Diego
González remató hacia su portería y De Jong acabó de empujar sobre la línea cuando la pelota igualmente ya entraba. El neerlandés remachó con furia, muestra de las ganas que tenían los barcelonistas de derribar el muro rival y marcharse con ventaja al descanso.
ERROR GARRAFAL Al Barça le había costado mucho avanzarse y estuvo a punto de desperdiciar su botín en un error imperdonable. Entre Mingueza y Araujo no se entendieron y Rigoni robó para plantarse ante Ter Stegen. El alemán aguantó de pie y sacó un pie milagroso para evitar el empate. Dembélé reaccionó pronto con un lanzamiento que obligó a intervenir a Edgar Badia. El partido volvió a minutos de tedio hasta que Pedri lo animó con algunas arrancadas. En una de ellas,
Jonan cortó el balón con la mano desde el suelo, pero el colegiado no consideró que fuera penalti y desde el VAR tampoco. Trincao salió por Dembélé y tuvo la sentencia en dos ocasiones, en un buen remate tras un recorte y en un cabezazo a centro de Griezmann, aunque en ambas acciones surgió la figura de un Edgar Badia felino. La sentencia acabó por llegar en una poderosa jugada de De Jong, quien llegó a línea de fondo y la puso en la cabeza del más pequeño, Riqui Puig, quien había reemplazado a Pedri, para marcar el segundo a falta de un minuto. Fue la sentencia a un choque solventado sin Messi. Y eso ya es mucho.
PUNTO DE INFLEXIÓN El Barça no jugó bien, pero necesitaba ganar para seguir agarrándose a la Liga. Tras este partido puede llegar un punto de inflexión con la recuperación de jugadores. Messi ya habrá dejado atrás la sanción y las molestias musculares, mientras que Sergi Roberto recibirá el alta médica. Dos grandes noticias para la delantera y la defensa con la eliminatoria ante el PSG a la vista.
La primera parte fue de escaso fútbol y el gol llegó en un accidente que remachó De Jong
Ter Stegen evitó el empate en un mano a mano y, pese a no sufrir, Riqui no cerró el duelo hasta el 89’