El Halcón ya caza
El modesto club se hizo con el primer título internacional de su historia ganándole la Copa Sudamericana por 0-3 a Lanús. Una bonita historia de fútbol
Tras coquetear con los descensos hace una década, hoy Defensa y Justicia puede sentirse orgulloso
Hernán Crespo, que venía de fracasar en el Módena, tomó el mando del equipo y lo hizo campeón
El triunfo del pequeño, que se sobrepone a todo y termina siendo campeón. El de un equipo al borde de bajar de B Nacional (Segunda) que termina resistiendo como puede y se lleva la Copa Sudamericana, la segunda más importante del Continente, contra los grandes. Toda la poesía que quieran ponerle (y que le han puesto los medios argentinos, claro) para hablar de un campeón de barrio, humilde, y que ha sido capaz de llevarse el primer trofeo internacional de toda su historia. Lo hizo el pasado sábado Defensa y Justicia, venciendo en la gran final a Lanús por un contundente 0-3. En Argentina tildaron la gesta de “triunfo de unas convicciones”, el de un club que apuesta por su cantera, que reinvierte lo que gana para seguir manteniendo sus convicciones. Un club de apuestas, también en la dirección. Mucha parte del mérito de este campeonato lo tiene, por supuesto, el técnico Hernán Crespo, campeón de todo como jugador y que ha puesto su granito de arena. Una historia como técnico que no empezaría demasiado bien, cuando en 2016 era cesado en el modesto Módena tras caer ante el Cagliari en Serie B. “Para la próxima vez que me pregunten si estaba loco porque me vine de Italia a la Argentina, acá tienen la respuesta... En la vida hay que creer en las ideas. Y había motivos para que esta elección personal tenga sustento. Que mis hijas hayan visto el mejor partido de la historia de Defensa es un orgullo. Esta final va a ser recordada. Lo que jugaron estos muchachos fue una locura”, aseguró el técnico. La historia de Defensa y Justicia podría haber tenido un final aún más de cuento. Y es que en las últimas horas se viralizó una imagen de Maradona vestido con los colores del Halcón, pero aquello no fue más que un rato en un torneo de interlineas muy famoso en aquellos tiempos.