La crisis no era solo futbolística
El Barça es una ruina. La herencia de Bartomeu ha sido demoledora. Deportiva, económica e institucionalmente. El equipo sobrevive a duras penas. El club está inmerso en un proceso electoral surrealista. Y la deuda se ha disparado hasta los 1.173 millones de euros. Desastroso. La lamentable gestión de la anterior junta directiva ha empujado a la entidad al borde del precipicio. Es decir, de la bancarrota. Y si el nuevo presidente que debe salir de los comicios del 7 de marzo (ahora sí, parece que ya es oficial) no toma decisiones rápidas e imaginativas, muchos temen que el Barça esté abocado a convertirse en una sociedad anónima. Algo que sería horroroso. Todos aquellos que todavía se atreven a utilizar la pandemia para justificar la pésima gobernanza de Bartomeu faltan a la verdad. El coronavirus ha lastrado mucho, muchísimo, la cuenta de resultados de la temporada 2019-20, con un descenso de 200 millones de euros, pero el problema no es de ahora, sino de la acumulación de errores cometidos en los últimos seis años. Errores reiterados en la política de fichajes, errores reiterados en las renovaciones de futbolistas (con nóminas inasumibles), errores en las decisiones estratégicas del club y, sobre todo, incapacidad para generar nuevos recursos. Las fuentes de ingresos tradicionales se han agotado y hay que buscar nuevas líneas de negocio. Hay que ser creativo. Para proteger el modelo de propiedad actual y evitar que el Barça deje de ser de los socios. Y eso que
Bartomeu dijo que la crisis solo era futbolística...
Y en estas circunstancias, el equipo se juega su futuro en la Copa. Una competición que Koeman considera el camino más rápido para ganar un título. Parece que el técnico holandés se olvida que hace solo una semana se perdió una Supercopa de España que se decidía en dos partidos... Más allá de matizaciones, lo más importante es que esta noche regresa Messi para lograr la victoria ante un Rayo que es su víctima predilecta: ha marcado 17 goles en los 10 partidos que ha jugado contra los vallecanos. Siempre Leo...