La nueva vida de Rakitic tras su regreso al Sevilla
El centrocampista está viviendo una segunda etapa en el club que lo consolidó en la Liga. Tras un periodo exitoso en el Barça, regresó el pasado 1 de septiembre al Sánchez Pizjuán con mucho fútbol todavía por exhibir en sus botas
Se emancipó de la ciudad que le acogió a los 25 años con una Europa League bajo el brazo y ha regresado, a los 32, consagrado como una leyenda. Ivan Rakitic puso punto y aparte en su etapa como sevillista en el 2013 para afrontar el reto más ilusionante de su carrera: vestir la camiseta del Barça. Llegó para relevar a otra leyenda, Xavi Hernández, y rápidamente se hizo con el timón del centro del campo blaugrana. Nacido en Suiza, pero con orígenes croatas, Rakitic llegó a la capital andaluza en 2010 de la mano de Monchi, tras su paso por el Basilea y el Schalke 04. Enamorado a primera vista de la ciudad, de la que acabaría siendo la madre de sus hijas y con un castellano más andaluz que La Giralda, el futuro del centrocampista en Nervión se antojadas ba, cuanto menos, prometedor. Tras una primera temporada de adaptación, Rakitic fue cogiendo un rol cada vez más protagonista hasta convertirse en el pulmón del Pizjuán. Llegando desde segunda línea y dirigiendo al equipo como mediocentro, el croata eclosionó en sus dos últimas temporadas: 11 goles y 14 asistencias en la temporada 2012-13 y 15 goles y 18 asistencias en la siguiente campaña. Se despidió de su afición alzando como capitán la tercera Europa League de la historia del Sevilla tras vencer en los penaltis al Benfica. No fue un adiós, más bien, un hasta pronto.
INDISCUTIBLE EN LA MEDULAR
La sombra de Xavi Hernández era muy pesada, pero logró que la afición no echase de menos a uno de los mitos del barcelonismo. En su primera temporada, y con el `4' a la espalda, Rakitic se hizo con un puesto fijo en el centro del campo, acompañado por Busquets e Iniesta. Diez días antes de cumplir un año como blaugrana, el croata fue una pieza fundamental para que el Barça alzase su segundo triplete de la historia. Suyo fue el primer gol del Barça en la final de la Champions ante la Juventus (1-3).
En seis temporadas en Can Barça, disputó 310 partidos, perdiéndose únicamente 41 encuentros: nueve en la temporada 2014-15, cinco en la 2015-16, ocho en la 2016-17, cuatro en la 2017-18, seis en la 2018-19 y nueve en la 2019-20. Acostumbrado a ser una referencia más en ataque con la camiseta del Sevilla, en Barcelona retrasó su posición realizando un trabajo más ensombrecido. Sus cifras goleadoras fueron ligeramente inferiores a las conseguien la capital andaluza: como blaugrana anotó dos goles menos en dos temporadas más.
Sólo se perdió 41 encuentros en las seis temporadas que defendió la camiseta del equipo azulgrana
En la campaña 2020-21 ya suma cinco goles, mientras que en la 2019-20 solo consiguió uno
DE PROTAGONISTA A SECUNDARIO
En sus cinco primeros años, no bajó ninguna temporada de los 50 partidos, a excepción de la última, que jugó 42. La presencia de Sergi Roberto en el centro del campo, la llegada de De Jong y los coletazos de Vidal hicieron que el croata fuese a menos. Su papel fue cada vez más secundario y la `purga' tras el 2-8 ante el Bayern Múnich en los cuartos de final de la Champions League le obligó a hacer las maletas. Cerró una etapa como blaugrana mucho más exitosa de lo que seguro que se imaginaba: 13 títulos lo atestiguan..