La agresividad del ASVEL les superó
FUERA DEL PARTIDO
Un duelo muy físico. Diría que hasta demasiado duro para lo que puede soportar el Barça. La táctica del equipo francés fue nítida. Máxima agresividad defensiva y contactos constantes para evitar el juego fluido de los blaugranas. Poniendo especial atención en colapsar a un Higgins que tendrá pesadillas tras la defensa que padeció de Lighty. Hay que constatar que el arbitraje fue muy permisivo con este tipo de juego y que, al final, el ASVEL lanzó más tiros libres que el Barça. Los 69 puntos del Barça lo explican todo. La puesta en escena francesa fue impecable. Vimos a un conjunto serio, disciplinado, concentrado y con una espectacular actitud. En ningún momento el Barça dominó el ritmo. La iniciativa fue de su rival y los blaugranas, aun cuando fueron por delante en el marcador, se sentían incómodos y pecaron de individualismo. Un dato anecdótico, pero revelador, fue la cantidad de veces que en un choque entre dos jugadores siempre era el blaugrana quien caía al suelo. El ASVEL abusó físicamente del Barça
GANARON TODOS LOS DUELOS
Puede que tan solo Davies se salvara de la superioridad francesa en los enfrentamientos directos. Desde un infalible Cole, pasando por la polivalencia de Howard y Lighty, hasta acabar por la trascendencia que tuvo Fall en el resultado final. Frente a estos argumentos, el Barça presentó batalla con Davies y Mirotic y poca cosa más. Desconectados jugadores como Abrines, Kuric, Calathes y un desconocido Higgins. El técnico del Barça no hizo muchas rotaciones y apostó por sus hombres clave. Sin una participación colectiva es imposible ganar un partido tan duro e igualado. La voracidad del ASVEL les permitió colocar cuatro tapones, por ninguno de los blaugranas. Y la defensa francesa, negando la circulación de balón, hizo que el Barça diera menos asistencias que su rival. Algo insólito. Una de las máximas de este deporte dice que siempre, como mínimo, has de igualar la agresividad de tu rival. Por este déficit se empezó a gestar la derrota.
La clave: el Barça se vio impotente ante la avalancha de juego del equipo francés