Dembélé da un paso adelante
El galo elevó sus prestaciones con espacios, libertad de movimientos y Messi lanzándole en carrera
El cambio de sistema planteado por Ronald Koeman en el Sánchez Pizjuán le sentó bien a Ousmane Dembélé. El 3-5-2 con el que el técnico neerlandés sorprendió al Sevilla logró sacar la mejor versión del delantero francés cuando parecía que este volvía a sumergirse en la mediocridad. El `Mosquito' se sintió como pez en el agua con libertad de movimientos y espacios, explotando su velocidad a la espalda de la defensa hispalense, aprovechando los desplazamientos en largo de Gerard Piqué y Frenkie de Jong o los milimétricos pases filtrados entre líneas por Leo Messi.
Así llegó el gol con el que abrió el camino de la victoria blaugrana. Recibió el balón en carrera del argentino, dejó sentado con un recorte a Diego Carlos y batió a
Yassine Bounou colocándole el cuero entre las piernas para romper una sequía liguera de diez jornadas. Dembélé no marcaba desde finales del 2020, cuando firmó el gol del empate en el Camp Nou ante el Eibar (1-1). En esas diez jornadas solo repartió dos asistencias, a Griezmann, en el 0-4 al Granada, y a Messi, en el 2-3 ante el Betis. Ampliando el abanico a todas las competiciones, el galo solo había logrado una triste diana en la Copa del Rey, ante el Cornellà, en los últimos 15 partidos. Eso sí, decisiva, ya que sirvió para encarrilar la eliminatoria en la prórroga. Pese a su escasa efectividad,
Dembélé ha ido creciendo desde su última lesión. El galo ha ido dejando destellos de ese factor diferencial que hizo que el Barça pagara alrededor de 135 millones al Borussia Dortmund por hacerse con sus servicios. Pegado a la banda derecha, el galo ha mostrado su capacidad de desborde con una punta de velocidad en la arrancada y una facilidad para jugar con ambas piernas que pocos futbolistas atesoran. En el Sánchez Pizjuán dejó claro que esas cualidades pueden ser letales con libertad.
El 3-5-2 planteado por Koeman ante el Sevilla sacó su mejor versión y rompió una sequía de diez jornadas