El malestar con el arbitraje llega al palco
A las quejas por el posible penalti a Braithwaite se suma el poco tiempo extra que se añadió
La expedición del Barça, encabezada por Joan Laporta, regresó de Valdebebas molesta con la actuación arbitral del clásico. El malestar del presidente blaugrana es el mismo que el del resto del equipo y staff técnico.
En el minuto 83, Mendy cometió un posible penalti sobre Braithwaite que reclamó todo el equipo. Gil Manzano no revisó la acción en el VAR y el balón volvió a rodar con el enfado de toda la plantilla y el cuerpo técnico del Barça. Una acción que pudo cambiar el desenlace del partido.
EL TIEMPO DE AÑADIDO Las quejas del Barça también vienen debido al poco tiempo extra que añadió el colegiado: tan solo cuatro minutos. Gil Manzano tuvo problemas con el pinganillo y se perdieron dos minutos de partido, además del tiempo que no se jugó por el gol de Mingueza, el posible penalti a Braithwaite, la expulsión de Casemiro, además de las nueve sustituciones que se realizaron durante el segundo tiempo. El tiempo de añadido que concedió el colegiado extremeño Gil Manzano al final del encuentro es la única objeción que se puede tener en cuenta al árbitro internacional en el clásico de anoche. Así lo consideran distintas fuentes de la estructura arbitral consultadas por SPORT. Todos coinciden con que los minutos extra no concuerdan con el tiempo real de partido que se perdió.
El Barça teme que los errores arbitrales se conviertan en una tónica habitual en el tramo más decisivo de la competición, tal y como acabó sucediendo al final de la temporada pasada, cuando se reprendió la competición a puerta cerrada y los blancos se vieron beneficiados con ciertas decisiones arbitrales.
El Barça teme que los errores arbitrales se conviertan en una tónica habitual en el tramo decisivo