Mingueza superó el examen
El central trabaja su mentalidad con un psicólogo desde hace meses y se ha convertido en fijo para Koeman como central o lateral
Protagonizó un duelo vibrante con Vinicius y terminó haciendo el único gol del Barça en el clásico
Hace solo unos meses un informe del club decía que no estaba listo para partidos de esta exigencia
Hace unos meses `TV3' hacía público un informe de la dirección deportiva del Barça en el que se dudaba de Mingueza. “Ya ha subido al primer equipo y puede ayudar en partidos de exigencia media, pero para los más importantes todavía no está preparado”. El texto formaba parte de un informe que recomendaba la llegada inmediata de Eric Garcia. Aunque el propio Koeman relativizó la importancia del diagnóstico. Después de todo, Mingueza era un jugador que vivía su primera temporada en el primer equipo y que, solo unos meses antes, era reserva en el filial.
Las dudas podían estar justificadas y de hecho Piqué terminó jugando en el Camp Nou contra el PSG. Otra cosa fue en París, donde
Mingueza fue uno de los tres centrales del Barça, aunque solo jugó 35 minutos.
Desde entonces, y coincidiendo con el 3-5-2, se ha vuelto una pieza básica del equipo. También en el último clásico, donde finalmente no llegó Piqué y jugó al lado de Araujo y Lenglet.
Mingueza no lo tuvo fácil porque Vinicius jugó unos primeros 45 minutos vibrantes. El brasileño fue un fastidio por su velocidad y el central azulgrana sufrió para frenarlo. En alguna ocasión salió en la foto, pero en lugar de desmoronarse fue creciendo con los minutos. Mingueza no le perdió nunca la cara al partido y demostró que es un futbolista con una gran mentalidad competitiva.
Una mentalidad que ha sido un proceso donde ha puesto de su parte, pero también se ha dejado ayudar. El punto de inflexión llegó cuando se dio cuenta de que no estaba entrenando bien con el filial.
Lo explicó hace unos días en `El País'. “Hace dos años me dejaron sin convocar varios partidos. Mi mentalidad por entonces era muy mala. Desde el año pasado empecé a trabajar con un preparador físico y con un psicólogo. También me puse a analizar mis partidos”. El resultado fue que, cuando le llegó la oportunidad con el primer equipo, “la cogió con las dos manos”, en palabras de Koeman. El holandés le dio la titularidad ante el Madrid y Mingueza marcó el gol del Barça. Lo logró con un remate con más fe que técnica. Valió igual y lo celebro golpeándose el pecho y tocándose el escudo. Fue su momento pero la derrota le dejó un sabor agridulce.
“El gol no sirve de nada si no consigues el triunfo, pero estoy muy contento por la reacción del equipo y por intentarlo hasta el final. Es una derrota que duele, pero tenemos que seguir”. Mingueza terminó jugando de lateral, de vuelta al 4-3-3, y dejó ver una de sus grandes cualidades. Lo enchufado que está siempre. Una concentración que contrasta con Dest, un futbolista con problemas en este apartado. Mingueza se estrenó como goleador en su primer clásico y desmintió que no esté listó para la máxima exigencia. Su velocidad y mentalidad son de futbolista de élite.