“Ayudé a traer a Ronaldinho y a Neymar, ¿qué más quieren?”
¿Cuándo lo recluta el Barça?
En 2003, participé de forma externa, pero muy activa, en el fichaje de Ronaldinho Gaucho y también colaboré con la llegada de Deco. De 2010 a 2020, colaboro con el club con un vínculo directo. Analizaba las oportunidades que había en Sudamérica, indicando los jugadores que podrían tener nivel.
En 2010, el Barça era el mejor equipo del planeta.
Sí, por eso las puertas estaban cerradas. Sin embargo, surgieron opciones que Zubizarreta dejó pasar, como la de Marquinhos, que valía 3 millones, cuando estaba en el Corinthians.
¿Por qué el Barça necesita alguien `in situ' en Sudamérica?
El Barça fue pionero organizado está operación y marcó tendencia. Si no cuentas con alguien competente, que tenga las puertas abiertas en los clubs locales y que sepa lo que tiene que hacer, hay el riesgo de perder un futbolista que puede marcar una época.
Entonces, ¿por qué recibe críticas de representantes?
El único que en público me critica duramente es el señor Minguella. Justamente él, que después de las informaciones que salieron debe una explicación al socio. ¿Por qué cobró 10 millones en una comisión de intermediario con Malcom?
¿Dónde está el problema?
Era una intermediación innecesaria. Yo ya había llevado el agente del jugador dos veces al club. El Barça ya tenía un contacto directo. Durante años, Minguella fue hablando de mí, cuando no tenía ni una coma para comentar sobre mi persona, mi honestidad y mi transparencia con el Barça. Mire cómo es la vida... Quien iba dando lecciones ahora es quien más debe explicaciones, cobrando una cantidad que está fuera de la lógica del mercado. Yo lo he denunciado por las mentiras que ha dicho sobre mí.
En algunos foros barcelonistas, usted no tiene buena fama.
¿Qué más quieren? Ayudé a traer a Ronaldinho Gaucho, que cambió la historia del club, y a Neymar, que por circunstancias acabó siendo la mayor venta de la historia.
¿Cómo era su remuneración?
Cobraba anualmente con un contrato de servicio con el Barça. Nunca cobré ninguna comisión de nadie. Otro tema diferente es cuando el jugador que interesaba estaba representado por mi empresa. Siempre informé con anterioridad al club.
¿Por qué prescindieron de sus servicios?
Me explicaron que era a causa del corte de gastos en la pandemia. A la directiva le quedaba un año y no había recursos para contratar. Lo entendí, pero no me gustaron las formas.
¿Con qué sensación dejó el club?
Nunca perdimos una oportunidad en Sudamérica. Siempre estuvimos delante de los otros, otro tema es si el club ejecutó la operación. Cambiamos algunas lógicas.
¿Cuáles?
Históricamente el Barça nunca vendió bien. Cuando yo estaba, el club tuvo un beneficio de casi 400 millones en salidas. Es un hito. Los jugadores que ayudé a traer, como Neymar, Yerry, Arthur, Paulinho... Dieron rendimiento deportivo y financiero.
¿No había ninguna incompatibilidad entre ser agente y trabajar para el Barça?
No, siempre supe separar las cosas. Tengo una de las tres grandes empresas de representación en el continente, tengo mucha facilidad de poder llevar el secretario técnico en un entrenamiento, o dentro de un club. Esto es gracias a la relación que he creado con mi empresa. Y todo eso lo utilizaba en pro del Barcelona.
Hay una auditoría interna en el Barça, ¿habrá alguna sorpresa con usted?
Conmigo, ni una, cero.
¿Es posible trabajar en Sudamérica desde el `cruyffismo'?
Sí, por supuesto. Es el mercado más prometedor del mundo. Todos los futbolistas que marcaron una época, en números o en liderazgo en el Barça, fueron brasileños o argentinos.
El club tuvo un beneficio de casi 400 millones en salidas cuando yo estaba