“Me dolería que Messi se fuese, pero lo entendería”
Barcelonista de largo recorrido, el escritor barcelonés admite que ha perdido un poco de pasión azulgrana, pero no reniega de su equipo ni de sus colores
En `Transbordo en Moscú', el escenario se traslada a los últimos años del siglo XX: años interesantes, pero también los años en los que se forjaron vicios como la corrupción o la cultura del pelotazo.
Sí y no. La corrupción y la avidez están siempre presentes. En España, después de una etapa de transformación y de ilusiones, quizá excesivas, la vuelta a los viejos vicios fue un cubo de agua fría.
¿No le seduce escribir sobre el siglo XXI?
El siglo XIX está en marcha. No hay perspectiva. He escrito sobre el siglo XX cuando ya han transcurrido veinte años de su final. Parece que fue ayer, pero ya empieza a dejar de ser ayer para convertirse en historia.
¿Realmente ya no va a escribir más ficción?
Cuando lo digo, lo pienso. Cuando me calle y pase el tiempo, ya veremos. La idea que me ronda es que sería bueno dejar la ficción. Quizá escribir otras cosas. Pero los vicios arraigados son difíciles de extirpar.
¿Cómo vivirá esta Diada de Sant Jordi?
Cada año protestaba por el estrés de Sant Jordi, y el año pasado, como éste, me di cuenta de que era una jornada enriquecedora. Por el contacto con los lectores, por ver que el libro no es sólo lo que uno escribe en casa, sino un fenómeno social muy vivo, capaz de volvernos locos durante unas horas.
¿Cómo va su pasión por el Barça? La última vez, hace un año y medio, confesaba que a veces incluso le daba igual perderse los partidos.
Me encanta el fútbol, pero la pasión no me ciega. Si deja de ser un entretenimiento, me distancio. Ya sé que esto no es ser un buen culé, pero si los partidos son espesos, meto la afición en la nevera y espero tiempos mejores.
¿Nunca le sedujo escribir sobre el Barça o al menos situarlo como personaje de sus novelas?
He pensado a menudo que el fútbol debería producir alguna buena novela. No sé si yo soy o he sido la persona indicada para escribirla. No he vivido el fútbol tan de cerca. Y algo tendrá el fútbol cuando nadie se decide a construir ficción como ha sucedido con otros deportes, como el béisbol y, sobre todo, el boxeo. Quizá es un deporte más colectivo, menos dramático.
No hay equipo que sustituya aquel Barça de Guardiola, Xavi, Iniesta, Messi...
La historia de Koeman es la del héroe que vuelve a casa años más tarde
¿Cree que el `més que un club' aún tiene sentido?
Son dos cosas distintas. `Més que un club' funcionaba de puertas adentro. Casi como un eslogan político, que hoy ha perdido protagonismo frente a la política real. La representatividad del Barça en el extranjero funcionó en los años gloriosos en los que el Barça no sólo ganaba partidos, sino que conquistaba los corazones. Era casi un cuento infantil. Esta imagen aún perdura, pero va perdiendo fuelle. Aun así, no hay equipo que sustituya a aquel Barça de Pep Guardiola, Xavi, Iniesta y un Messi adolescente.
Messi sigue teniendo algo de personaje indescifrable. ¿Usted cree que seguirá en el
El escritor barcelonés asegura que su producción de ficción se cierra con `Transbordo en Moscú' (Seix Barral) la última novela de su trilogía sobre el periodista Rufo Batalla, alter ego del autor //
Barça, después de todo lo sucedido el verano pasado?
¿Cómo lo voy a saber? Me dolería que se fuera, pero lo entendería. Como entiendo que yo no quiera seguir escribiendo novelas.
Koeman fue héroe como jugador y ahora intenta serlo como entrenador. Desde un punto de vista narrativo es una historia interesante.
Sí, es una historia interesante porque es una historia personal. El héroe que vuelve unos años más tarde. Como he dicho antes, en el fútbol no abundan estas historias. En el fútbol lo importante es lo que pasa en el campo, y más lo que le pasa al balón que a las personas que lo mueven. Quizá esto es lo bueno que tiene.