¡Que vuelva la alegría!
A sus 38 años, el defensa baiano ha aterrizado en el Camp Nou cobrando el salario mínimo y con ganas de sumar dentro y fuera del verde
Con esa sonrisa permanente dibujada en la cara que tan buena onda transmite, Dani
Alves aparece en el campo 9 de la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Ataviado con un jersey navideño del Barça de lo más folclórico, el de Juazeiro nos da la mano a todos y nos desea unas felices fiestas. Viene `jugón' y rápido se deja llevar por la `batuta' de nuestro fotógrafo Javi Ferrándiz, que nos confiesa después que es un lujo trabajar con gente así, que es poco habitual ese desparpajo y ese `arte' para colaborar entre los jugadores de élite. Las expectativas eran altas, pero Dani las derrumba de un plumazo.
SALUDOS Y SONRISAS El ex del Sao Paulo no lleva ni un mes y medio en esta segunda etapa azulgrana, pero la sensación es como si no se hubiera marchado nunca. En el terreno de juego anexo trabaja uno de los equipos juveniles y por nuestra zona van pasando a cuentagotas jugadoras de la base que se dirigen
Culés, os deseo que paséis unas felices fiestas y un próspero Año Nuevo: ¡Visca el Barça, collons!
a hacer trabajo específico. Dani las saluda como si las conociera de toda la vida y estas le devuelven una sonrisa. El buen rollo no solo se ha instalado en el vestuario del primer equipo, sino en todo el cuartel general azulgrana. Le tenemos preparada una pequeña `emboscada' al baiano. Con un 2022 colgado en la red de la portería, le sacamos una botella de cava. Empieza el `shooting' y prácticamente no hay que darle indicaciones. Él se lo guisa y él se lo come. Le quita el envoltorio al tapón y se dispone a descorchar la botella. La idea no era que emulara a su `presi' y amigo Joan Laporta en Luz de Gas, pero sí, nos empieza a rociar a todos, incluido el objetivo de la cámara de nuestro fotógrafo, que es el único al que parece que la broma no le ha hecho tanta gracia. Después de esa ración de espontaneidad, un buen puñado de fotos brindando con la copa. Nos dice que espera que no sea la única este curso. Sin pedírselo,
hasta se la pone en la cabeza como tiene costumbre de hacer siempre que gana un título. Y van unos cuantos (tantos como 42). Alves brinda por esta nueva oportunidad que le ha dado su carrera. Cuando cualquiera hubiera visto el abismo de la jubilación tras quedarse sin equipo, el brasileño tenía clarísimo dónde quería estar. Ha sufrido viendo al Barça desangrarse los últimos tiempos y quiere aportar su dosis de experiencia y de alegría intrínseca para ayudar a reflotar un momento estructural verdaderamente `jodido'. Después de una sesión de posados de unos 15 minutos con una soltura admirable, nos llevamos al de Juazeiro a otra zona de la Joan Gamper para grabar el tradicional mensaje navideño. Obviamente no necesita ni pautas, ni guiones ni más de un intento: “Culés, os deseo que paséis unas felices fiestas y un próspero año nuevo. ¡Visca el Barça, collons!”. Le preguntamos si se anima con otra versión íntegra en catalán y no duda ni un momento. Vive el momento y la improvisación es su mejor aliada. Será sin duda una Navidad especial contando los días para su ansiado `redebut'. El 5 de enero, vigilia de Reyes, nos obsequiará con el mejor de los regalos en esta época en la que no abundan las alegrías.