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Ferran Torres, una bendición para Xavi

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Ambición, físico, velocidad, electricid­ad, técnica, remate, visión de juego, uno contra uno y gol. Ferran Torres tiene las caracterís­ticas de los elegidos. Resulta imposible asegurar si triunfará o no en el Camp Nou. Lo que no tiene debate es que su fichaje responde a un perfil futbolísti­co indudable. El club no lanza una moneda al aire porque el chico está testado en la élite, no tendrá que esperar que madure porque es una realidad, no tendrá que pedirle que se acople al estilo porque ya conoce de memoria los arcanos de ese tipo de juego y, con su llegada, garantiza un enorme jugador capaz de barrer el frente de ataque, porque puede jugar por el flanco derecho, por el costado izquierdo o como falso `nueve', por dentro, donde es realmente explosivo y diferencia­l. El tiempo marcará su rendimient­o. Lo que nadie puede discutir es que el club, que durante años despilfarr­ó el dinero del socio contratand­o a precio de oro a futbolista­s que no mejoraron lo que había en la casa, esta vez ha acertado de pleno. Con apenas 21 años,

Ferran es una realidad. Un futbolista de nivel, indiscutib­le en la selección y un talento llamado a marcar una época en el fútbol nacional. No es que el de Foios sea un gran jugador, es que puede llegar a ser mejor de lo que cree y el doble de bueno de lo que se dice. Tiene amenaza por fuera, remate con ambas piernas, una culebra en la cintura, va de miedo al espacio, tiene un físico envidiable, cabecea de maravilla y ve la portería como si fuera una piscina olímpica. No es un depredador de área y tampoco es un extremo que se pierda en regates, nada que ver. Es un jugador diferente a casi todos, porque no responde al prototipo de goleador al uso, ni al de segunda punta, ni tampoco vive pegado a la cal, como mandan los cánones de Can Barça. No, Ferran es otra cosa. Es un futbolista que, sin ser todo eso, puede jugar de todo eso y, encima, hacerlo tan bien o incluso mejor que cualquier gran especialis­ta. Hace unos años era el mejor juvenil de España. Hoy oposita a mejor delantero del país. Pregunten en Valencia. Escuchen cómo habla de él Guardiola. Miren qué papel le asignó Luis

Enrique. No hace falta ser Albert

Einstein para tener claro qué rol le dará

Xavi. El entrenador pedía a gritos nuevas armas y con Ferran tendrá una de destrucció­n masiva. En un equipo al que le cuesta encontrar el gol, el de Foios será clave. Si juega apostado en banda, será un cuchillo. Y si juega cerca del área, por dentro, será letal. El Barcelona no ha fichado a un gran jugador. Ha contratado justo lo que necesitaba. Clase, calidad, gol y ambición. Es

Ferran Torres. No tiene tanta prensa como otros, pero puede marcar una época. Su llegada es una bendición para Xavi.

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AFP

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