A Carlo Ancelotti le funciona un plan que no seduce
A este Real Madrid le falta el instinto depredador que tenía el Barça de Messi y sale adelante con un plan claramente resultadista
Los madridistas sacan pecho por eliminar al Barça en la semifinal de la Supercopa, pero menos de lo que muchos anunciaban. Apostaban a que pasarían por encima del equipo de Xavi e incluso preveían una goleada.
Pero a este Madrid le falta el instinto depredador del Barça de Messi, peca de resultadista y, sobre todo, de cobardica, aunque le busquen sinónimos refugiándose en la victoria. Se encomiendan a Vinicius ya Benzema a los que les falta un compañero para ser imparables.
A Ancelotti le funcionó un plan que no seduce a todo el madridismo, aunque acabó complacido por el triunfo y confirmó que tiene la mejor pareja de ataque de la actualidad. El italiano diseñó un guión al servicio de los dos para golpear al contragolpe. Un plan que no falló creando claras ocasiones a la contra. A cambio concedió la posesión a un rival al que le faltó lucidez en los metros finales.
Un estilo que no acaba de convencer porque el madridismo sabe que su equipo es mucho más que sólo defender y contraatacar. Así se entiende que sufra contra los modestos cuando desempeñan ese papel defensivo que le niega los espacios.
NO ARRIESGÓ El plan funcionó por el talento de sus dos delanteros,
El madridismo celebra el triunfo sobre el Barça, pero no convence la forma elegida para ejecutarlo
porque Asensio defraudó en un partido en el que pudo confirmar que ha llegado para quedarse tras su gran encuentro ante el Valencia.
Ancelotti no arriesgó, renegó de la presión y del balón, una de las señas de identidad del Madrid más reciente. Salió bien de la presión al principio, pero sólo hasta el 0-1, a partir de ahí se ahogó. El Barça creció y les llevó al límite.
Sobrevivieron a costa de contragolpes cuando superaba el bloque alto azulgrana, para llegar en avalanchas y cerrar el partido sin dar rodeos y encontrando el camino más directo.