El corazón partido de Salma Paralluelo: fútbol o atletismo
Juega a fútbol en el Villarreal y compite en atletismo en el Playas Castellón. Podría jugar la Eurocopa
Si por ella fuera, los días tendrían más horas, o sería omnipresente. O tendría un `Giratiempo', el aparato que usaba Hermione Granger en el mundo ficticio de Harry Potter para estar en varias clases que se impartían a la vez en su tercer año en Hogwarts. Aquello era ficción. Lo de Salma Paralluelo, aunque también pueda parecer magia, es pura convicción.
Salma nació con el corazón partido. Dividido a partes iguales por dos deportes: Fútbol y atletismo. Los que le dan alegrías y se alimentan de su tiempo, luchando por ser la parte predominante de su deseo desde que tenía 8 años. Ahora tiene 18, y su determinación no parece haber cambiado. Una década haciendo un tetris con sus horarios para compatibilizar las canchas y las pistas. Y los estudios.
Un encaje de bolillos que esta temporada ha provocado que tuviera que competir en ambas disciplinas en menos de 24 horas y volviendo de una grave lesión en la rodilla izquierda: Se proclamó campeona de España de atletismo sub-20 con el Playas Castellón y lideró la victoria del Villarreal ante el Betis con un doblete en cuestión de horas. ¿El resultado? Poco tiempo libre, incontables récords y campeona de Europa y del mundo sub-17 tras el balón en 2018 con 14 años.
A pesar de no haber tenido su mejor curso por la lesión, marcó uno de los mejores goles en el Estadi
Johan Cruyff. Estadio que pocas jugadoras han osado profanar. Lo anotó al poco de regresar de su recuperación y fue su debut goleador en Primera. Como queriendo saludar a aquellos que la llevan esperando en la élite futbolística desde que con 14 años el foco mediático pusiera énfasis en su historia.
VELOCIDAD Y GOL La velocidad es la mayor arma de la futbolista, quien logra desmarcarse de cualquier defensa. Es zurda y acostumbra a jugar por la banda izquierda, pero puede jugar en punta. El gol es su hábitat y la polivalencia su condición natural.
Estuvo meses sin jugar por una lesión y en su regreso le marcó un gol al Barça en el Johan Cruyff