Reacción tardía del Barça
El Real Madrid se impuso en el Palau en el primer partido de la final de la Liga Endesa y recupera el factor pista, en un duelo que dominó durante tres cuartos, con la reacción tardía del Barça que ya no permitió dar la vuelta al partido
El Barça perdió la ventaja de pista en la final de la Liga Endesa al caer de manera clara en el Palau ante el Madrid (75-88) que jugó de manera mucho más consistente y con acierto, para llevarse el partido y situar el 1-0 en la eliminatoria. Un Barça desconocido durante tres cuartos reaccionó en el último (24-14) pero la diferencia era demasiado grande para intentar sorprender a los blancos en este primer asalto. Hanga en la primera mitad (16) y Deck en la segunda (18) apuntillaron a un Barça donde Laprovittola fue el mejor con 15 puntos. No valen las lamentaciones porque el segundo partido llega mañana, también en el Palau.
DUDAS INICIALES El Barça arrancó con demasiadas dudas ante un Madrid que tenía claro el juego: buena defensa, buscar salidas rápidas y buenos tiros exteriores. Y en ese inicio malo del Barça, el Madrid se movió muy cómodo, con dos triples de Causeur que hicieron daño (11-16). Jasikevicius paraba el partido porque no le gustaba nada lo que veía en la pista, pero los azulgranas no reaccionaron. Al contrario. El Madrid cada vez estaba más cómodo desde larga distancia y anotaban Yabusele y Hanga, que ampliaban la ventaja (15-24). No había manera de frenar al ex azulgrana, que seguía dirigiendo a placer sin que la defensa del Barça llegase a ningún lanzamiento. La única buena noticia es que Kuric abría su cuenta, aunque el Madrid dominaba al final del cuarto (17-30). Ni el final del primer cuarto calmó los ánimos blaugranas, que no encontraban el ritmo ni el acierto ofensivo, todo lo contrario del Madrid que se movía con suma facilidad.
Laprovittola abría el cuarto con un triple esperanzador, pero respondía Rudy con otro ante un Madrid muy seguro de sus acciones, especialmente de Hanga, que seguía anotando y daba la máxima al Madrid hasta ese momento (20-37).
La paliza era descomunal a pesar de los intentos del Palau de animar al equipo. Ni la lesión de Randolph en un choque con Mirotic, perturbó a los blancos, que dominaban el rebote ofensivo y conseguían buenas segundas acciones. En una de ellas, Poirier, recogía un rebote, atacaba el aro y sacaba la falta personal además del adicional. El Madrid se situaba con ¡20 puntos de ventaja! (29-49). Una renta realmente desconcertante para el aficionado culé que veía como el síndrome blanco tras la semifinal de Belgrado, seguía vivo. Al descanso, 18 abajo (31-49) y la sensación de que tenían que cambiar muchas cosas para que el Barça `resucitara' en su estreno en la final liguera.
Kuric, con nueve puntos, al igual que Mirotic.
REACCIÓN BALDÍA El Barça arrancó tras el descanso con un poco más de energía, y acierto en ataque, pero el Madrid supo mantener las rentas e incluso aumentarla a los 23 puntos al final del cuarto (51-74). Un autentico revolcón blanco en el Palau. El Barça le puso el corazón al inicio del cuarto final, y redujo de un pluma
El Barça jugó tres primeros cuartos muy malos, que le llevó a perder de 23 (51-74) con claro control visitante
La reacción llegó en el último cuarto (24-14) pero la renta era demasiado alta para dar la vuelta
zo la diferencia a los 15 puntos tras triple de Jokubaitis (59-74). Chus
Mateo decidió parar el partido con un Palau rugiendo de nuevo en el último intento por que llegara el milagro que se tradujo en un parcial de 12-0 (63-74). El Madrid trataba de sobrevivir al arreón del Barça, que se acercó a sólo 10 puntos (72-82). Pero ya era demasiado tarde. Ahora, a esperar el segundo duelo mañana y viajar a Madrid con opciones de darle la vuelta a este doloroso 0-1.