Paso al vendaval Alcaraz
El murciano superó en tres mangas a un Oscar Otte que apenas pudo oponer resistencia al juego de su oponente
El tenista de El Palmar firmó un total de 37 golpes ganadores y no concedió ni una sola rotura
Djokovic no tuvo piedad con Kecmanovic y se hizo con su 24º triunfo seguido en el All England
Las dudas con las que llegó Carlos
Alcaraz a Wimbledon se han ido disipando con cada partido que ha disputado el murciano. De la batalla épica ante
Jean-Lennard Struff, pasando por el buen partido ante Tallon
Griekspoor, hasta llegar a la exhibición de ayer ante Oscar Otte.
El joven tenistas de El Palmar demostró que es uno de los firmes aspirantes al título y no dio opciones al germano, que apenas pudo sumar algunos puntos. Con un cómodo 6-3, 6-1 y 6-2, Alcaraz cerró su victoria más rápida en un Grand Slam y se convirtió en el más joven en pasar a cuarta ronda en Wimbledon.
El murciano volvió a hacer gala de su madurez y cambió esta vez los errores no forzados de su debut por un arsenal de golpes ganadores (37 en total), especialmente con su derecha, que no encontraron rival en Otte.
El de Colonia llegaba con un buen currículum en hierba, un rival que se presentaba complicado, con un 1'93 de altura que daba miedo. Pero Alcaraz volvió a hacer gala de ese tenis sin complejos que le caracteriza y que tantas alegrías le está dando. Así, arrancó el encuentro con un break y sumando ocho puntos consecutivos. Las peores pesadillas de Otte se hacían realidad y pese a los intentos, su juego se hacía imposible ante el arsenal de argumentos de Carlitos. En apenas treinta minutos, la primera manga estaba sentenciada y empezaba una segunda que aún fue peor para el alemán.
Alcaraz no bajaba el pistón y apenas había intercambios largos. Sí había en cambio todo tipo de `passings', globos y voleas que hacían levantar de sus asientos al público de la pista 1.
Disputó muy probablemente uno de los mejores sets de su carrera y se lo metió en el bolsillo concediendo un solo juego a Otte, que pudo salvarse ya al final de cerrar con rosco. Con esa superioridad, podría haberse dado una tregua el murciano pero eso no está en su ADN. Apenas cedió unos puntos con su servicio para volver con más fuerzas y cerrar el partido sin haber concedido ni una sola rotura.
“Ha sido el mejor partido que he jugado nunca en hierba, estoy disfrutando cada segundo. En esta pista es increíble”, decía emocionado tras el encuentro.
El rival de Alcaraz en la siguiente ronda será el italiano Jannik
Sinner, que superó al estadounidense John Isner (6-4, 7(7)-6, 6-3). Ambos son buenos amigos y el murciano confesó que está expectante por enfrentarse a él. “Todo el mundo sabe el nivel de Sinner.
Juega muy bien en hierba, es muy agresivo. Va a ser un partido muy divertido”, explicó. DJOKOVIC YA ASUSTA También fue turno ayer para Novak Djokovic.
El serbio está recuperando el nivel de juego que había perdido en el primer tramo de la temporada y se confirma como uno de los candidatos al título. Lo demostró ayer, jugando sin piedad ante su compatriota Mimoir Kecmanovic al que doblegó por 6-0, 6-3 y 6-4 en una exhibición de músculo y juego. Sin perder un partido desde 2017 y con una racha que alcanza ya los 24 triunfos consecutivos en Londres,
Djokovic aspira a ser el cuarto hombre en la Era Open en ganar cuatro títulos en Wimbledon consecutivos, a la altura de Roger Federer y Bjorn Borg (5) y Pete
Sampras (4).
Solo 25 minutos necesitó para apuntarse el primer set, demostrando que si está centrado es uno de los mejores en esta superficie. De menos a más, Kecmanovic sucumbió contra un Djokovic que ni siquiera necesitó estar al 100 % con su servicio. Solo metió un 52 % de primeros, pero con eso le valió, ya que casi el 70 % de sus segundos terminaron de su lado.
El serbio firmó el pase a los octavos de final por decimocuarta vez en su carrera y se medirá ahora a un rival que, aunque no tiene un gran cartel, puede convertirse en
trampa para el balcánico. Se trata del neerlandés Tim Van
Rijthoven, que ha dejado por el
camino a Federico Delbonis,
Reilly Opelka y Nikoloz Basilashvili y ha llegado al torneo con invitación. Nunca había alcanzado octavos de un Grand Slam.