Las notas, a final de temporada
La clave: no me gustaría estar en la piel de los que tienen que sacar al Barça de la semiruina
NADIE QUIERE MARCHARSE
Qué bien se debe estar en el Barça ya que nadie quiere marcharse. Hay varios jugadores con contrato que Xavi les ha dicho que no cuenta con ellos; sin embargo, el sueldo y el club del que disfrutan es demasiado bueno para marcharse; en algún caso, cobrando menos a clubes de ciudades menos atractivas que Barcelona. Este es un asunto complicado porque se entra en un círculo vicioso por el cual no se puede adquirir nuevos jugadores sin que salgan los desestimados por Xavi. No me gustaría estar en la piel de quienes han de sacar el Barça de la semiruina ni de los que han de prescindir de quienes no suman, a excepción de Frenkie de Jong, que al parecer es el jugador de más valor de los que están dispuestos a prescindir. Pero él tampoco quiere marcharse. Recientemente se acaba de comprar una casa espectacular en la Avenida Pearson. Imagino la cara del ilusionado matrimonio De Jong mientras se les ofrece poner rumbo a Manchester, una ciudad en la que llueve del orden de 150 días al año.
ACTIVIDAD FRENÉTICA
En cualquier caso, la actividad en las oficinas del club debe ser frenética. Al parecer las palancas se van activando poco a poco: han vendido derechos televisivos por 207,5 millones de euros, un dinero que entra y que, a lo mejor, debía distribuirse en los 25 años de la concesión, y no ahora de inmediato.
Asunto complicado este. Estamos en una etapa complicada y la junta de Laporta, al igual que el equipo técnico de Xavi, sabe que el próximo año se la juegan, que ha de obtener títulos porque en esto del fútbol la mecha del aficionado es muy corta.
Entre tanto, los culers no nos cabe otra posibilidad que ver pasar los días con el ansia de que tal o cual jugador venga o se marche. Las notas parciales las daremos en el cierre de mercado, y la nota final cuando acabe la temporada que nos espera. Que la suerte acompañe a Laporta y al equipo técnico porque el culer necesita salir cuanto antes de uno de los momentos más pobres de la historia del club.