Cisma por la lista para el Europeo
Una parte importante de la elite española se ha rebelado por la ausencia de siete atletas con la marca mínima
Tras la marejeda que desató la lista para los Mundiales de Eugene por la ausencia inicial de Nacho Fontes en 1.500 y de Pol Retamal y Paula Sevilla para los 200 pese a estar dentro por ranking y a viajar para los relevos, sigue levantando ampollas la convocatoria para el Europeo de Múnich que anunció el martes Pepe Peiró, director técnico de la Federación Española de Atletismo (RFEA). Es la más amplia de la historia con 93 atletas, pese a que se han caído por lesión la valenciana Fátima Diamé en longitud y el catalán Bernat Canet en 100 metros y en 4x100.
El escándalo ha estallado por la ausencia de siete atletas con mínima para la cita europea: Aauri Lorena Bokesa (correrá el relevo largo pero no los 400 lisos), Carlos Rojas (altura), Daniel Cisneros (110 vallas), Iker Alfonso (400 vallas), Dídac Salas (pértiga), José Emilio Bellido (triple), Iker Arotzena
(longitud) y Lidia SánchezPuebla (20 km marcha). Bokesa, una atleta ejemplar, ha mostrado mensajes en los que se le aseguraba que correría la prueba individual y a las críticas se han sumado figuras del atletismo español como Asier Martínez (bronce en el pasado Mundial en 110 vallas) o Diego García (actual subcampeón continental en 20 km marcha), quien aseguró que si no se cumplen los criterios “lo más inteligente es irse a hacer otra cosa”. Anteayer el blaugrana Dídac Salas tiró con bala hacia los rectores de una RFEA en la que Raúl Chapado fue reelegido como presidente sin debate en noviembre de 2020 y que tiene a Antonio Sánchez como director deportivo.
“Se nos trata de forma denigrante y vergonzosa. Me he infiltrado tres veces con cortisona, la última la semana pasada. Lo hice porque era una situación excepcional, por el Europeo. Fue una decisión conjunta (con la RFEA), pero he puesto en riesgo mi físico y luego me privan del objetivo”, espetó el pertiguista.
Las duras críticas de Asier Martínez, Diego García, Aauri Bokesa y Dídac Salas reflejan una realidad muy tensa