Primer objetivo: 9 de 9 en la Liga
EN SOLO 48 HORAS ARRANCA LA LIGA, la primera competición oficial a la que se enfrenta el nuevo Barça que han construido Laporta y Xavi. El equipo ha generado una enorme ilusión durante la pretemporada, con el colofón de la exhibición ofensiva ante Pumas en el Gamper. La preparación ha sido excepcional. Pero llega el momento de la verdad. Con la exigencia de ganar títulos. Lo sabe el técnico y lo saben los jugadores. No hay periodo de transición posible. Por eso se ha invertido tanto dinero en fichajes (de momento, más de 150 millones de euros) y por eso se han activado cuatro palancas financieras que han permitido las cinco incorporaciones y deben abrir el camino de las complicadas inscripciones. Pero, cuestiones económicas y burocráticas aparte, lo que realmente importa a los socios y aficionados es ganar. Este Barça está obligado a ganar. Y ganar cuanto antes. Y está obligado a competir por ser campeón de todo. Refuerzos como los de Lewandowski, Raphinha y Koundé (además de los `secundarios' Christensen y
Kessie) han elevado mucho el nivel de la plantilla. Y el reto de
Xavi es sacarle el máximo rendimiento a un equipo que no tiene nada que ver con el conjunto triste y perdedor de los últimos años. Hay euforia en el entorno. Tal vez demasiada, sí. Pero era imprescindible recuperar el orgullo de ser culé y afrontar la campaña con optimismo. El Barça que se encontró Xavi era un Barça hundido, un Barça que no infundía respeto y, mucho menos, temor. Un Barça que podía perder ante cualquier rival y que solo durante el primer trimestre del 2022 mostró cierta recuperación que, vistos los resultados, fue insuficiente.
Este Barça ha cambiado. Lo ha cambiado Xavi en el campo y lo ha cambiado Laporta en los despachos. Y esta transformación debe ser el impulso que permita iniciar la Liga con entusiasmo. El primer objetivo es ganar los tres partidos de agosto (Rayo, Real Sociedad y Valladolid), 9 puntos de 9 posibles, antes de afrontar un septiembre más exigente con el duelo ante el Sevilla y, sobre todo, las dos primeras jornadas de Champions. En Europa hay que hacer olvidar el ridículo de la pasada temporada y clasificarse para los octavos de final resulta absolutamente inexcusable. En este caso, un buen inicio con dos triunfos es indispensable. La ilusión es gigantesca y el reto, mayúsculo.