Al Barça no le ganan anotando
UN ENORME PARTIDO El Palau vibró como nunca. El Baskonia llegaba al Blaugrana como un conjunto muy ofensivo y que nunca especula en su juego. Pero, el Barça tampoco se amedrentó, y el resultado fue un encuentro con muchos puntos y un ritmo endiablado de juego. Por el contrario, siempre podemos constatar que los de Saras, si quieren llegar lejos, deberán ser mucho más consistentes detrás. Llegar al descanso con un 52-48 no está al alcance de muchos equipos. El Baskonia basó, y basa, su ataque en las individualidades de Howard, Henry y Thomson, con la inestimable ayuda de Costello. Además, Joan Peñarroya hace jugar a los suyos muy abiertos, sin juego interior, y con constantes 1x1 y 2x2, el Barça siempre hacía cambios, que provocaban ventajas que aprovechaban, y de qué manera, sus jugadores de perímetro. El Barça respondió al reto en los primeros 30' de la mano de sus interiores. En el primer cuarto aparecieron Kalinic, Tobey y Vesely. En el segundo un Da Silva, 9 puntos, descarado, y en el tercero, de nuevo, con Vesely sumando también 9 puntos. Eso sí, sin desmerecer pinceladas de Laprovittola, Higgins o Satoransky.
LOS PEQUEÑOS AL PODER Saras apostó en el definitivo cuarto por poner en pista un cinco pequeño. De hecho, se tuvo que adaptar a la estrategia de Peñarroya, y le salió redonda la apuesta al técnico blaugrana. Con Kalinic y Da Silva como hombres altos, el equipo defendió mucho mejor a los exteriores del
Baskonia. Las penetraciones de Howard y Henry no eran tan claras, y los puntos ya no llegaban con tanta celeridad a su marcador.
Y, para redondear la noche, apareció Higgins. Con un 81-79, clavó tres triples consecutivos que acabaron de desmoralizar a los vascos. El colapso del Baskonia fue monumental en ese momento, y el Barça lo aprovechó. Cabe destacar que, para acabar de destrozar al rival, Vesely entró en escena. Puntos, rebotes y defensa del checo, que se erigió en amo y señor de la pintura. El Baskonia sólo anotó 9 puntos en este cuarto y, al final, se demostró que el mayor juego colectivo del Barça, 25 asistencias, fue más sólido que las individualidades, 16 asistencias, del rival. Un pequeño déficit de los blaugranas fue las posesiones perdidas que, en muchos momentos, provocaron desconcierto en las filas culés. Dos triunfos seguidos en el Palau en una semana devuelven al Barça el equilibrio que las derrotas siempre merman.
El Baskonia propuso un duelo ofensivo y el Barça respondió con acierto y mayor juego colectivo