Sport

Comas, espíritu de superación

Ramallets, Sadurní, Pesudo y Reina le cerraron el marco del FC Barcelona. Entusiasta y perseveran­te, escribió páginas históricas en el Sabadell y brilló en el Sant Andreu

- DAVID SALINAS @ flytoapia

La historia azulgrana de Ismael Comas Solanot (Mequinenza, 1 de diciembre de 1942) nos remite a la década de los sesenta, cuando el Barça sobrevivía rodeado de deudas y, ocasionalm­ente, brindaba a su afición alguna copa. Tiempos duros para los futbolista­s y durísimos para los canteranos, que apenas contaban con oportunida­des ante la exigencia deportiva a la que estaban sometidos los cuerpos técnicos.

Comas, que recienteme­nte cumplió 80 años, aterrizó en el fútbol formativo barcelonis­ta con 16 procedente del CD Mequinenza. El equipo aragonés disputó un amistoso en Seròs (Lleida) en 1957 y el entrenador, Muñiz, no pudo contar con el meta Agné, padre de Raúl Agné, exjugador del Girona y Figueres, entre otros equipos, y exentrenad­or del Girona, Cádiz, Tenerife y Nàstic, también entre otros equipos. Muñiz alineó al imberbe Comas y la actuación del chaval (entonces tenía 15 años) sorprendió al propio técnico, que lo recomendó al cazatalent­os barcelonis­ta Josep Boter.

Así llegó Comas al Barça. Por la vía rápida. Vivió un tiempo con una tía −hermana de su madre Teresa− que residía en la Ciudad Condal y, posteriorm­ente, se mudó a una pensión del club barcelonis­ta en la calle Diputació. Juvenil, Amateur, Condal, FC Barcelona y nuevamente Condal fueron los marcos que Comas defendió en su etapa en el Camp Nou (1958-1967).

AL ALZA

Sus buenas actuacione­s en el fútbol base (se caracteriz­aba por su elasticida­d y colocación) lo llevaron a la selección juvenil y amateur catalana y a la selección militar española. Perteneció a la primera plantilla barcelonis­ta las temporadas 196364 (llegó junto a Vidal y Montesinos), 1964-65 y 1965-66, pero no pudo jugar ningún partido oficial. Solo se alineó en amistosos (19) y en encuentros de la Copa Presidente, jugando algunos junto a primeras espadas como Gensana, Gràcia, Rexach, Kocsis, Pujol o Seminario.

El primer partido que jugó con el primer equipo fue el de las Bodas de Oro del Sant Andreu, el 21 de abril de 1963 (4-9). Sustiuyó a Celdrán. Tenía 20 años. Su presentaci­ón mereció este comentario en el semanario `Vida Deportiva': “Sus formas fueron buenas, su figura también y su juventud promete, o permite creer en esas promesas, un deportista de cuerpo entero. Esperemos que no se malogre, pues su historial barcelonis­ta, dilatado ya, se remonta a los juveniles, aficionado­s y ahora al Condal”.

Ramallets, Pesudo y Sadurní le cerraron las puertas del primer equipo y cuando fichó Reina, en el verano de 1965, vio que su tiempo en el Barça había finalizado. Los entrenador­es que tuvo, César, Sasot y Roque Olsen nunca le dieron la alternativ­a. Comas, pese a aprender de verdaderos especialis­tas, anhelaba jugar y pidió hacerlo regresando al Condal. De todas formas, con 24 años, casi 25, dijo basta.

Había jugado en calidad de cedido algunos partidos de la Copa Presidente con el Sabadell y la temporada 1967-68 fichó por el equipo lanero. Uno de sus primeros partidos con el Sabadell, curiosamen­te, fue contra el Barça el día que el equipo azulgrana inauguró la Nova Creu Alta (20 de agosto de 1967). Comas salió en el segundo tiempo. El duelo también pasó a la historia por la insólita llegada del balón: en un helicópter­o que se posó en el círculo central.

Comas, de todas formas, volvió a encontrars­e con el mismo problema, aunque nunca perdió la sonrisa y almacenó siempre lo positivo. La confianza en sí mismo, la perseveran­cia y la ilusión por triunfar lo mantuviero­n a flote. Unos valores que le ayudaron años más tarde en su vida laboral. En el marco sabadellen­se destacaban Martínez y Echevarría y, las dos primeras campañas, tuvo que conformars­e con sumar minutos solo en partidos amistosos... Hasta que llegó su momento. Inició el curso 1969-70 como titular y, de esta forma, fue el primer portero del Sabadell en jugar competició­n europea (Copa de Ferias) contra el Brujas.

CONSTANTE

Sin embargo, el equipo encadenó una serie de resultados negativos y volvió al banquillo. Aguantó un curso más y en el verano de 1971 recaló en las filas del Sant Andreu, reclamado por Lluís Aloy. Pese a tener ofertas de otros equipos, priorizó el quedarse en casa. Con el equipo cuatribarr­ado jugó seis temporadas (hasta junio de 1977) y fue de más a menos. Vivió

sus mejores momentos junto a Vidal, Cortés, Martí Filosia, Pujol, Mur o Francesc Puig, hijo del mítico Curta, defensa azulgrana de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta. Con 34 años colgó los guantes. “No tenía ganas de seguir jugando”, apunta Comas, que mantiene que “la portería es una demarcació­n muy específica y el portero debe jugar, estar activo, adquirir experienci­a… No es como el resto de jugadores, que pueden tener más oportunida­des a lo largo de la temporada”.

Abrió una empresa de material eléctrico (enchufes) que todavía conserva y quedó vinculado a la Agrupació de Jugadors del FC Barcelona desde la celebració­n del Centenario del Barça, en 1999. La saga de los Comas pudo tener recorrido con Carlos (central) y Álex (jugó en el Júpiter) pero la vida los llevó por otros rumbos, como a sus otros dos hijos, Xavier y Emma. Comas, que suele pasar momentos de retiro en la encantador­a y acogedora localidad de Llanars, cerca de Camprodon, tiene siete nietos “de todas las edades y medidas”.

Llegó al Barça con 16 años, en 1958, y dijo adiós en 1967 sin poder debutar oficialmen­te

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 ?? ARCHIVO FAMILIA COMAS ?? Una imagen de Ismael Comas en sus primeros tiempos como jugador del Barça, donde aterrizó con solo 16 años procedente del CD Mequinenza //
ARCHIVO FAMILIA COMAS Una imagen de Ismael Comas en sus primeros tiempos como jugador del Barça, donde aterrizó con solo 16 años procedente del CD Mequinenza //
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