MANIFIESTO

Un bar, un partido de fútbol y unas cervezas. Un grupo de amigos en la barra. El colegiado anula un gol por fuera de juego. Una de las chicas del grupo protesta. El VAR le da la razón y el tanto sube al marcador. “Si que sabes de fútbol, ¿no? ¿Cómo es que te gusta?”, le dice otro que está por ahí. Anécdota aplicable a tantos otros deportes. Estamos acostumbradas, las mujeres, a contestar este tipo de preguntas en situaciones de nuestra vida cotidiana. No siempre hay mala intención. Pero ahí están. Vivimos en una sociedad machista por definición. El deporte, especialmente el fútbol, ha sido históricamente espacio para hombres. Y las mujeres molestan.

También en el periodismo deportivo. Aunque parezca que las cosas han cambiado, no ha sido para tanto. Las que estamos en primera línea, seguimos aguantando todo tipo de comentarios machistas. Que nos vayamos a la cocina o a fregar, depende del día. En las redes sociales, se acentúan. Nos juzgan por nuestro físico y tenemos que estar constantemente demostrando por qué merecemos estar donde estamos. Basta. Celebramos que haya cada vez más mujeres en los medios deportivos. En SPORT, hoy somos 24. Algunas llevamos aquí casi 40 años y otras acabamos de llegar. Trabajamos en redacción, redes sociales, vídeo, maquetación, producto, marketing, SEO, administración, archivo y un largo etcétera. Y en muchos casos, nuestro trabajo no se ve. Pero es esencial para que el diario funcione. Somos muy diferentes y nuestra forma de pensar, también. Algunas somos más de fútbol, otras de baloncesto, balonmano, tenis, natación o motor. Y en los últimos años hemos luchado para dar más visibilidad al deporte femenino. Porque este no entiende de género. Y queda mucho camino por recorrer. Queremos que se nos tenga en cuenta, cada vez más, para estar en primera línea. Para tomar decisiones. Para tener nuestro espacio de opinión. Para participar en tertulias deportivas porque somos buenas periodistas, no para cumplir cuota. Y que lo hagan más días que el 8 de marzo. Porque hoy es el día de la mujer, pero ojalá dentro de un tiempo deje de ser necesario tener una fecha en el calendario para reivindicar nuestro trabajo.