El ping-pong como terapia para plantar cara al párkinson
Del diagnóstico al Mundial de tenis de mesa para enfermos de párkinson; Pérez de Albéniz narra cómo el deporte ha servido para mejorar su día a día
En 2015, al periodista Javier Pérez de Albéniz (Madrid, 1960) le diagnosticaron párkinson. Los médicos también le dijeron: “junto a la medicación, el deporte es la única manera de frenar el avance del párkinson”. Se puso manos a la obra, aunque faltaba un detalle importante: deporte, sí, pero ¿qué deporte? Lo intentó con el bádminton en un club de Talavera de la Reina, a unos 20 kilómetros de su casa en el campo, pero la experiencia fue un fracaso. La natación –“tan completa como aburrida”-, el pilates o el `running' no le motivaban del todo.
Fue entonces cuando leyó que en Talavera de la Reina había un club de ping-pong. Y lo que parecía ser un entretenimiento informal, sin más pretensión que combatir la enfermedad y ejercitar algunos músculos, acabó por convertirse en un modo de vida, al punto de que Pérez de Albéniz acabó compitiendo en el campeonato del mundo de pingpong para enfermos de párkinson. Lo cuenta en `Los reveses. Una historia personal sobre párkinson y ping-pong' (Libros del KO). “Este libro es una declaración de amor por este deporte. Un amor profundo, íntegro y eufórico por un juego tan frustrante como fascinante”. Llevaba pocas semanas practicando ping-pong en el club de Talavera cuando en una página web de consulta médica leyó que el primer campeonato del mundo de ping-pong para jugadores con párkinson se celebraría en Nueva York en septiembre de 2019. No había leído mal: investigadores de la Universidad de Fukuoka (Japón) habían concluido que un programa de entrenamiento de tenis de mesa mejoraba las funciones motoras de los enfermos de párkinson.
Pérez de Albéniz invita a los lectores a un viaje duro, pero emotivo: del diagnóstico inicial a su participación en el campeonato del mundo de Berlín de 2021, con resultados mejores de lo esperado. También explica cómo administra su medicación para poder entrenar o competir: pasa momentos `on', en los que el párkinson le da una tregua, y momentos `off', con terribles dolores de espalda o de cabeza. El objetivo es competir y entrenar siempre en los momentos `on'.