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Tras la cruel eliminación de la Copa del Rey, el Barça vuelve al refugio de la Liga dispuesto a sumar una victoria que le dejaría muy cerca del título: a falta de diez jornadas, una ventaja de quince puntos resultaría insalvable para el Madrid
Cuando el árbitro del choque de esta noche entre Barça y Girona pite el final, quedarán diez partidos para el cierre del campeonato: un tramo de Liga que el Barça puede administrar con una ventaja envidiable, quince puntos si logra doblegar hoy al equipo de Míchel. Sería un margen muy amplio, que permitiría a
Xavi acariciar su primera Liga como entrenador azulgrana y la segunda en su palmarés, tras conquistar la de Qatar en 2021. Quince puntos de ventaja y 30 por disputarse: el Barça debería perder cinco partidos -y el Madrid, ganarlo todo- para que la Liga no se celebre en el Spotify Camp Nou en la última semana de mayo o, como muy tarde, la primera de junio, en el último partido del curso, ante el Celta en Vigo.
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Después de una semana especialmente amarga, tras la cruel eliminación en Copa ante el Real Madrid, el Barça vuelve a la Liga, convertida este año en refugio y bálsamo. El equipo de Xavi está firmando un campeonato impecable, en contraste con su sufrimiento en Europa.
Solo queda el sprint final, el tramo que debe desembocar en un título que el barcelonismo no celebra desde antes de la pandemia, en la temporada 2018-19.
Xavi no recupera a ninguno de los lesionados -Pedri, Christensen,
Dembélé y De Jong- y cuenta con los mismos jugadores que afrontó el clásico de Copa; una nómina de jugadores que debe ser suficiente para sumar de tres ante el Girona, que ha encontrado en Míchel a su entrenador ideal para dar continuidad al proyecto y consolidarse en Primera División. A Ferran, Ansu y
Lewandowski le corresponde la responsabilidad de descorchar el partido como hicieron ante el Elche. (0-4).
REGRESA MATEU LAHOZ El partido lo pitará Mateu Lahoz, en su regreso al Spotify Camp Nou tras el Barça-Espanyol de Nochevieja, un partido que se le fue de las manos de mala manera en la segunda parte.
El partido -último derbi catalán en el Estadi, antes del traslado a Montjuïc- mide a dos entrenadores de clara vocación ofensiva, Xavi y Míchel, una inspiración que se traduce en los números: Barça y Girona son el segundo y el cuarto equipo más goleador de la Liga, respectivamente.
Más allá de asegurar tres puntos que dejarían el título de Liga muy cerca, el Barça tiene sobre la mesa varios retos pendientes, que le obligarán a mantener la tensión hasta el último partido del campeonato: conviene asegurar el Pichichi de
Lewandowski, un galardón que se daba por hecho hace semanas pero que exigirá batalla hasta la última jornada, a menos que
Benzema ceda en la pelea y se centre en la Champions. También será importante asegurar el Zamora de Ter Stegen: con el partido de esta noche, el alemán ya habrá jugado el número mínimo de partidos que estipula el premio. Aunque lleva en el Barça casi diez años (aterrizó en 2014), el alemán aún no ha ganado ningún Zamora.
BUSCANDO EL DOBLETE DE PREMIOS
El Barça está a las puertas de tener en su plantilla al máximo goleador y al portero menos goleado de una Liga, algo que no sucedía desde la temporada 2011-12, con Leo Messi
(50 goles, récord histórico) y Víctor
Valdés.