“Solo necesito cinco minutos...”
Ferran Torres no podía empezar mejor la temporada: dos partidos, dos goles. Detrás del cambio de chip del de Foios, hay una historia...
Solo necesito cinco minutos para marcar”. Sergi Roberto supo antes que nadie que Ferran había visualizado que marcaría en La Cerámica. El delantero se lo dijo y cumplió con un gol que fue una maniobra rápida pero que tiene mucha historia detrás. En el vestuario del Barça hay unanimidad: Ferran no es el mismo de la temporada pasada. Un cambio que el propio delantero define como un proceso. Una transformación que incluye horas de coaching y trabajo físico extra bajo un mantra: no está dispuesto a dejar escapar el tren del Barça.
Ferran tocó fondo la primavera pasada y enfocó esta temporada como un reset total que fue más allá de lo deportivo. El punto de partida estaba claro: cuando empiezas
de cero, no tienes nada que perder.
EL GRAN SALTO En su determinación para darle la vuelta a su situación sabía que lo primero era estar un punto por delante del resto físicamente. Y eso pasaba por hacer un trabajo que iba más allá de las sesiones habituales con el equipo. Esta temporada ha ido a la Ciudad Deportiva muchos días libres y por la tarde echaba más horas en casa. Un trabajo fuera del foco que ahora se está viendo con su impacto en los partidos. Empezar con buen pie pasaba por estar al 110% físicamente tras vivir el curso pasado una pretemporada convulsa que marcó los meses siguientes. A Ferran también le costó ajustarse al cambio radical de rol en el equipo: de indiscutible en sus primeros meses del equipo, donde fue el jugador que más goles produjo del equipo (entre tantos y asistencias) a ser de los últimos en la rotación de ataque la temporada pasada. La falta de continuidad y las críticas le jugaron en contra. El propio Ferran ha escenificado todo este proceso con un apodo (se ha puesto el mote del tiburón. `Ferrantheshark') y se ha tatuado las alas del ave Fénix en la espalda con un lema: “Lo intentas, te equivocas, te levantas”. Ser tan autoexigente ha sido una arma de doble filo para el delantero. Cuando las cosas no le salen, sufre el doble. Pero, cuando la confianza se dispara como ahora, se siente capaz de todo como ahora.
Ir de tapado este curso, y estar menos en el foco, le está jugando a favor tras estar en el centro del debate. Ferran se está adaptando muy bien a ese rol de revulsivo en una posición que lo acerca al gol.
A la mejora de Ferran también ha contribuido sentirse arropado en el vestuario, donde tiene muy buena relación con el núcleo duro. Hasta ahora se sentía muy cercano a Busquets pero, ya sin el capitán, se siente muy cercano a futbolistas como Pedri, Sergi Roberto y Lewy. Ferran también se está sintiendo más respaldado por una afición que valora su cambio de chip.
Su reset responde a un largo proceso que incluye horas de coaching y trabajo físico en la sombra
En el vestuario ya avisó que si tenía cinco minutos, marcaría en La Cerámica, como así sucedió