Xavi ya sabe cómo eliminar al Nápoles
El egarense ganó su primera eliminatoria como entrenador del Barça al equipo italiano. Fue en la ronda de play-off de la Europa League
TRAS EMPATAR EN LA IDA (1-1), LOS BLAUGRANA SE IMPUSIERON 2-4 EN LA VUELTA CON GOLES DE AUBAMEYANG, ALBA, PIQUÉ Y DE JONG
En los inicios de Xavi Hernández como entrenador del FC Barcelona, en la temporada 2021-22, el Nápoles se cruzó en el camino del conjunto blaugrana en la ronda de play-off. La eliminatoria en la que los terceros clasificados de la Champions se miden a los segundos de su grupo de la Europa League.
El FC Barcelona vio cómo el Bayern Múnich y el Benfica lo relegaban a la Europa League. El sorteo deparó el Nápoles, un duro hueso en la que era la primera eliminatoria directa en Europa de Xavi como míster azulgrana. Xavi tenía una difícil papeleta, que se complicó con el resultado en el Camp Nou. Zielinski puso a los napolitanos por delante en el marcador, mientras que Ferran Torres empató gracias a un penalti por manos detectado por el VAR (1-1).
El Barça debía visitar el feudo del Nápoles con un resultado delicado y Xavi sacó la mejor versión de su equipo. El equipo mandó claramente y se impuso 2-4 con goles de Jordi Alba, Frenkie de Jong, Piqué y Aubameyang.
OSIMHEN, LA ESTRELLA El resultado fue muy meritorio porque se enfrentó al Nápoles de Spalletti que estaba en construcción para ganar el Scudetto en la campaña 2022-23 después de 33 años. Osimhen ya era la estrella del equipo, pero le faltaba el georgiano Kvaratskhelia, con el que ha hecho un tándem demoledor.
Xavi estaba intentando levantar un equipo en caída libre y los fichajes de invierno, como Aubameyang, Ferran Torres o Adama, tuvieron un papel primordial. El Barça ganó sobre todo moral y confianza para remontar en el gran objetivo que era la Liga.
Los barcelonistas siguieron avanzando en la competición y también pudieron con el Galatasaray, pero cayeron con el Eintracht Frankfurt en los cuartos de final de la competición.
El FC Barcelona no pudo disputar la final de Sevilla, si bien cogió impulso para terminar como segundo clasificado en la Liga y clasificarse para la Champions League. La gran meta que se había impuesto el club en el primer año de Xavi Hernández en el banquillo barcelonista.