El Girona, como un rayo a los cuartos
No quieren despertarse de un sueño que cada vez es más realidad. En solo 26 minutos de partido, el Girona asestó tres golpes a un Rayo Vallecano que, pese al tanto de Nteka antes del descanso, no tuvo opciones de levantarse. Que pase el siguiente
Podía parecer un partido más. Pero no lo era. Primero, porque el equipo necesitaba recuperar las sensaciones perdidas en Almería, pero, sobre todo, porque la victoria les dejaría a un paso de volver a hacer historia esta temporada.
Era un choque especial, porque el Girona tenía la espina clavada de haber caído en octavos en 2022 ante, precisamente, el Rayo. Míchel ya avisaba de la dificultad de la cita, porque llegaban “con la pequeña ventaja que descansaron el fin de semana”. Tras el grave error de Juanpe ante Nteka, que podría haber costado caro y cambiado el devenir del encuentro, el Girona se hizo dueño y señor de la posesión. Avisaría Tsygankov con su pierna derecha, o lo probaría Juanpe desde lejos, pero el primer tanto llegaría de las botas de Cristhian Stuani. ¿Quién sino Stuani podía abrir el marcador? Una gran acción individual de Tsygankov, quien podría ser perfectamente el nombre propio de la primera mitad, que Portu hizo buena con un toque de primeras, y que el uruguayo no perdonó, desató la euforia en Montilivi. Y apenas tres minutos después, volvería a ser protagonista para ampliar distancias desde los once metros, atreviéndose, incluso, a golpear a lo Panenka un inocente penalti de Mumin a Portu.
Si el inicio del Girona estaba siendo extraordinario, entraría Daley Blind en escena para anotar el tercero. El central, que se quedó descolgado en el área rival a la salida de un córner, aprovechó el gran centro de Portu para hacer enloquecer, aún más, a la grada de Montilivi. Parecía que los de Míchel sentenciaban el partido en la primera media hora, pero el Rayo tendría la última palabra. Nteka se aprovechó de un error en la salida de Jhon Solís para meter al equipo en el partido. Una alegría que duró poco. La segunda mitad no fue tan vistosa como la primera y el Girona sufriría alguna que otra ofensiva, pero Juan Carlos se vestiría de héroe para evitar el gol que metiera al Rayo en el partido. Míchel dio entrada a los habituales Couto, Valery, Aleix e Iván Martín, y también gozaría de minutos el canterano Antal. Lo que está claro es que el Girona también quiere la Copa y que solo tiene tres ‘finales’ por delante. Y es un serio candidato.
PORTU FUE EL OTRO GRAN PROTAGONISTA DEL PARTIDO, CON DOS PASES DE GOL Y PROVOCANDO EL PENALTI DE MUMIN