Sainz acaricia su cuarto Dakar
A falta de una especial sin gran dificultad, Sainz es líder con 1 hora y 27 minutos de ventaja sobre De Mevius. Loeb se hundió por un fallo del Hunter y peleará por el podio
Carlos Sainz está a un paso de culminar con éxito su misión en el Dakar 2024. El madrileño, que busca su cuarto Touareg después de ganar con tres marcas diferentes - en 2010 con Volskwagen, en 2018 con Peugeot y en 2020 con MINI -, puede convertirse hoy, a sus 61 años, en el primer campeón con un coche impulsado por energía eléctrica, el poderoso Audi RS Q e-tron. Sería el broche de oro al ambicioso proyecto desplegado hace tres años por el constructor alemán, que salvo sorpresa de última hora se despedirá del rally en la presente edición.
GOLPE DE TEATRO La undécima etapa, camino de Yanbu, deparó el enésimo ‘golpe de teatro’ cuando el Hunter de Sébastien Loeb se paró antes del tercer punto de control, haciendo saltar todas las alarmas. Pronto se confirmó que se trataba de una avería seria, una rotura del triángulo delantero derecho. El francés parecía decidido a abandonar e incluso llamó a las asistencias para ser evacuado. En un gesto de ‘fair play’, le indicó Sainz que no se detuviese, que estaba todo “OK”. El chino Zi Yungang , que pilota otro Hunter, pudo ayudarle a reparar su coche y Seb logró reanudar la marcha.
En el tercer punto de paso se dejaba ya más de una hora y cuarto con Sainz, con lo que sus aspiraciones al triunfo se esfumaban por completo. Perdida la batalla con el madrileño, Loeb se marcó el podio final como objetivo. En esos momentos el segundo puesto del brasileño Lucas Moraes, copilotado por el español Armand Monleón, parecía lejos de su alcance y el nueve veces campeón WRC se centró en el tercero, De Mevius.
Loeb inició una loca remontada
“ESTOY MÁS TRANQUILO, PERO AÚN QUEDAN 175 KM Y HAY QUE LLEGAR A META”, ADVIERTE EL PILOTO MADRILEÑO
entre camiones, vehículos ligeros y las últimas motos y pasó de estar el 129º de la especial al 42º al final de la etapa. El galo cerró su peor día en el Dakar amarrado todavía al tercer puesto y en lucha por el segundo con De Mevius, después de que Moraes sufriera una avería cuando encaraba el último tramo y se quedara sin opciones.
Audi le pidió a Sainz que aflojara el ritmo para evitar imprevistos. Lo importante, más que nunca, era llegar a meta y mantener
BRABEC SOBREVIVIÓ A UN FEROZ ATAQUE DE BRANCH Y HOY PUEDE CORONARSE POR SEGUNDA VEZ EN LA CATEGORÍA DE MOTOS
a salvo el liderato. Stephane Peterhansel, el piloto más laureado del Dakar, con 14 trofeos en sus vitrinas (6 en motos y 8 en coches) no ha tenido reparos en ayudar a su compañero Sainz los últimos días. Descartado para el podio desde la primera semana de carrera, ‘Monsieur Dakar’ se puso a disposición del equipo como gregario de lujo y su labor, junto a la de Ekström, ha resultado impagable, escoltando al español por si surgían problemas. La situación contrasta con el ‘lío’ que se ha vivido en BRX, después de que el pentacampeón Nasser Al-Attiyah, harto del Hunter después de romper motor dos días consecutivos, decidiera marcharse a su casa, dejando a Loeb solo ante el peligro.
Sainz completó la etapa sin sobresaltos, en tercera posición, a 5:35 del virtual vencedor del día, el francés Chicherit, que sumó su segundo triunfo parcial consecutivo. De Mevius, segundo en la general, está a 1h27’ del madrileño y con la amenaza de Loeb, a 8 minutos. “Con una hora de diferencia puedo sentirme más tranquilo, pero aún quedan 175 kilómetros y para ganar hay que cruzar la meta primero”, advierte Sainz, extremadamente prudente. No en vano es el protagonista de la tristemente célebre cantinela de Luis Moya - “Trata de arrancarlo Carlos”-, que tanto desesperó a sus fans cuando se le escapó el tercer Mundial de rallies a 800 metros de meta.
BRABEC RESISTE En motos, el líder Ricky Brabec (Honda) resistió al ataque de Ross Branch (Hero), que ganó la etapa por 32” incluso con los más de 5 minutos de bonificaciones que le correspondieron al estadounidense por abrir pista. A Brabec le queda un último escollo y 10’22” de renta con Branch para levantar su segundo Touareg tras el que conquistó en 2020 y que fue el primero para su país en la dos ruedas.