El Barça femenino, en otra dimensión
El Barcelona suma un nuevo título en su palmarés, el primero de la temporada, y ya son 23 los galardones que se ha llevado en la corta historia que tiene la entidad desde que en su día la anterior junta decidiera apostar fuerte por el fútbol femenino. Hoy, el Barça es un equipo maduro, competitivo, con las dos mejoras jugadoras del mundo en sus filas (Aitana Bonmatí y Alexia Putellas)y que muestra una gran autoridad con respecto a sus rivales directos. Ni tener a jugadores clave lesionadas (la misma Alexia, Sandra Paños, Mapi León, Rolfö o Irene Fernández) les resta potencial. El Barça sufrió en los primeros minutos de la final de la Supercopa de España contra el Levante, pero pronto demostró su autoridad jugando casi todo el partido en campo contrario. Fue un vendaval. No es normal ganar una final con tanta diferencia. Es otra película, que acaba siendo un problema para la competición española pues no tiene rival, y al no tener rival, los partidos carecen de emoción.
España ha dado un paso importante en el fútbol femenino pero todavía le queda un largo camino por delante. Hay detalles que invitan a la reflexión: el ganador de la Supercopa se lleva 25.000 euros por los varios millones que se lleva el ganador masculino; en la grada de las semifinales entre el Levante y el Atlético de Madrid hubo solo unas mil personas, y en la propia final 8.000. En la final de la pasada edición hubo 6.000 espectadores mientras que en esta se congregaron 2.000 más. El fútbol femenino todavía debe dar pasos para seguir creciendo y la presencia del Real Madrid es importante, aunque todavía le queda para que estos clásicos sean parejos. Hoy, el Barça está en otra dimensión y, como consecuencia, las aspiraciones son diferentes. El Barça aspira a todos los títulos. El Madrid a ser una opción. El Levante hizo lo que pudo en la final, pues se vio que a la media hora ya perdía por tres goles. El Barça hace las cosas bien, el resto todavía deben avanzar. Cuando esto pase, las competiciones domésticas serán más emocionantes.
La abultada victoria demuestra la gran diferencia que hay todavía entre el Barça y el resto de rivales de España