Morata pone fin a la sequía rojiblanca fuera de casa
El delantero, que fue el autor del único tanto del partido, devolvió la sonrisa al Atlético de Madrid, que se coloca de nuevo en los puestos de Champions
Granada y Atlético eran los encargados de cerrar una jornada que quedará para la historia, y protagonizaban un partido que se antojaba clave para los intereses de ambos. Mientras unos querían volver a meterse en los puestos de Champions, los otros necesitaban sumar para salir de la zona de descenso.
En un día especial para Carlos Neva, que igualaba a Quini con 144 partidos, el Cholo Simeone presentaba una alineación con muchas novedades. Pablo Barrios era titular en un once sin Koke, De Paul, Lino ni Giménez.
GRIEZMANN PUSO UN BALÓN MILIMÉTRICO A LA CABEZA DE MORATA, QUE NO PERDONARÍA Y LA ENVIARÍA CRUZADITA PARA BATIR A BATALLA
APARECIÓ EL ‘KILLER’ La intensidad de ambos conjuntos fue incuestionable, pero sin recompensa alguna. El Granada se plantó bien, con una presión en zona adelantada y con el control de la posesión en muchos momentos.
Pero las ocasiones se contaron a cuentagotas. Boyé envió un disparo demasiado cruzado, Morata, aunque en fuera de juego, tuvo un mano a mano con Batalla, y Griezmann la envió al larguero.
Tenía que ser él. El encargado de tirar del carro y sacar a su equipo del apuro. Y es que el arranque del Atlético en el segundo tiempo evidenciaba que el gol llegaría pronto. Simeone agitó el banquillo y dio entrada a De Paul y a Lino, y cambiarían el partido. Griezmann puso un balón milimétrico a la cabeza de Álvaro Morata, que no perdonaría y la enviaría cruzadita, imposible para Batalla. Y aunque tuvo que intervenir el VAR, el delantero estaba en línea y se dio el gol por válido.
Y si la primera parte no tendría nada, en la segunda habría de todo. Saúl marcó, pero en fuera de juego, y el Granada la tendría con Villar. Los Cármenes reclamaría un penalti por mano de Giménez, que le cedió el balón de cabeza a Oblak, pero Martínez Munuera no lo consideró punible. Así, el Atlético pone fin a una racha de tres meses sin ganar fuera de casa en LaLiga, siendo la victoria en Balaídos del pasado mes de octubre la última a domicilio.