Lautaro, supercampeón
El capitán argentino marcó el gol definitivo en el añadido para ganar 0-1 al Nápoles, rival del Barça en la Champions, y dar al Inter su octava Supercoppa de Italia, la tercera consecutiva. Los de Mazzarri acusaron la expulsión de Simeone a falta de media hora
Héroes futbolísticos en Milán habrá muchos. Pero en el Inter actual uno se lleva todos los aplausos. Lautaro Martínez volvió a ser determinante, esta vez en tierras extrañas por una Supercoppa de Italia disputada en suelo saudí. El argentino aplacó al Nápoles, rival del Barça en los octavos de Champions, con un gol letal en el añadido. Los de Walter Mazzarri no recibieron recompensa a resistir la última media hora de partido con diez tras la roja a Giovanni Simeone.
Partido de idénticos antecedentes para ambos finalistas en Riad. El Nápoles llegó tras golear 3-0 a la Fiorentina en la primera semifinal del certamen gracias al doblete de Alessio Zerbin. El Inter, por su parte, se ‘cargó’ a la Lazio también con otro 3-0 que les dejó en puesto de buscar su octava Supercopa de Italia, y la tercera consecutiva.
LÍDER THURAM Solo hubo un equipo en la primera parte y vestía de ‘nerazzurro’. Los de Inzaghi saltaron al Al Awwal Stadium con el único objetivo de romper pronto la resistencia de Gollini, apoyándose en una banda izquierda que hacía mucho daño con el tándem Dimarco-Thuram. El italiano tuvo una de las más claras de la primera parte con una volea de zurda que salió cerca del poste izquierdo, igual que Mkhitaryan, también a punto de encontrar el gol con un disparo desviado.
Aunque el verdadero peligro salió de las botas de Thuram. El galo, imparable en ataque, encontró camino para recibir al espacio y saltar raudo hacia la portería napolitana. En el área, con paciencia, encontró a Lautaro Martínez entrando solo en el segundo palo. El argentino, a portería vacía, no falló, decretando el 0-1. Pero la euforia duró segundos, porque el juez de línea avisó a Antonio Rapuano del fuera de juego inicial. Jugada anulada y grito de gol en vano. Para la segunda mitad, los de Mazzarri se sacudieron buscando encontrarse con un Sommer que apenas tenía manchas en su uniforme. Tuvo que revolcarse por primera vez el suizo en el 50’ por culpa de Kvaratskhelia. El georgiano se apuntó una de sus típicas jugadas desde la banda hacia el centro, encontrando el espacio para disparar con el interior. Sommer se estiró cuan largo es, enviándola al córner.
EXPULSIÓN CLAVE Aunque poco duró el envión a los napolitanos. Tras un cuarto de hora de la segunda parte, Giovanni Simeone plantó un pisotón a Acerbi y Rapuano no dudó: segunda amarilla, a la calle y a aguantar con diez. Mazzarri enloquecía en el banquillo, reclamando por un final que iban a sufrir mucho.
GIOVANNI SIMEONE PLANTÓ UN PISOTÓN A ACERBI Y ANTONIO RAPUANO NO DUDÓ: SEGUNDA AMARILLA Y A LA CALLE
PAVARD LLEGÓ HASTA EL FONDO PARA BUSCAR UN CENTRO RASO QUE ENCONTRÓ EN EL ÁREA AL HÉROE LAUTARO MARTÍNEZ
No se equivocaba. El Inter cargó contra la portería en búsqueda del gol del título. Gollini sacaba manos como un pulpo tentáculos para resistir. Hasta que no pudo más. En el añadido, Pavard llegó hasta el fondo para buscar un centro raso que encontrara algún héroe en el área. Quién, sino Lautaro Martínez, cazando de derecha la pelota para desatar la locura interista. Su gol fue principio y final, dictando sentencia en Riad y asestando el golpe mortal al Nápoles.