Sport

El Girona cae con orgullo en Copa

- MARC GÁZQUEZ

El conjunto rojiblanco firmó un mal arranque de encuentro y encajó un 3-0 adverso que fue una losa demasiado pesada de levantar. Aun así, los de Míchel Sánchez no se rindieron y recortaron distancias hasta que los bermellone­s acabaron pidiendo la hora, jugando en inferiorid­ad por la expulsión de Antonio Raíllo

Dicen que con mucho trabajo, constancia y esfuerzo, a veces, los sueños se convierten en realidades. Esta vez, no fue así. El Girona se vio superado por un Mallorca muy intenso, despidiénd­ose así de la Copa. El Girona visitaba al Mallorca en los cuartos de final de la Copa del Rey con la posibilida­d de hacer historia y meterse por primera vez en las semifinale­s de la competició­n. Delante, el conjunto mallorquín quería darle una ilusión a una afición volcada con el equipo de Javier Aguirre.

El partido inició con mucha intensidad por parte de ambos equipos. La primera ocasión no tardó en llegar, y Stuani estuvo cerca de adelantar al conjunto visitante tras una acción individual de Savinho. Respondier­on los locales, con un fuerte disparo de Abdón Prats que envió Juan Carlos a córner. El Mallorca insistió en la presión alta que puso en grandes dificultad­es al conjunto catalán. Fruto de la insistenci­a nació otra acción peligrosa para los locales; Cyle Larin falló un claro mano a mano que solventó Juan Carlos con una buena intervenci­ón.

El primer golpe lo asestó el conjunto mallorquín. Los de Javier Aguirre se adelantaro­n en el marcador con un balón en largo que corrió Dani Rodríguez para poner el pase atrás que únicamente tuvo que empujar al fondo de la portería Larin (10).

La intensidad del Mallorca no cesaba, justo en el momento en que Abdón Prats desató la locura en Son Moix. El delantero de Artá se revolvió en la frontal del área y realizó un disparo que entró muy ajustado en la portería visitante para abrir la distancia en el marcador (2-0).

Con un Girona noqueado, Larin volvió a ser protagonis­ta forzando un penalti por unas manos de Antal que señaló Munuera Montero, tras la revisión en el monitor del VAR. No falló Abdón, engañando a Juan Carlos y poniendo tierra de por medio en la eliminator­ia (3-0). Intentó reducir distancias el equipo gerundense antes del descanso con nulo éxito, y los equipos enfilaron el camino hacia los vestuarios con una enorme ventaja para los bermellone­s.

APUESTA A TODO Tras el paso por vestuarios, Míchel Sánchez apostó por dar entrada al ucraniano Artem Dovbyk y juntarlo en punta con Stuani en un intento de dar un paso adelante en busca de la remontada. No fue el mejor inicio, ya que Larin estuvo cerca de volver a anotar en una rápida transición. Eso sí, la dinámica sobre el terreno de juego cambió por completo. El Girona se hizo amo y señor de la posesión de balón ante un Mallorca que esperaba atrás replegado con la defensa de cinco.

A falta de algo más de veinte minutos, llegó la polémica. El colegia

MÍCHEL DEJÓ EN EL BANQUILLO AL ARIETE ARTEM DOVBYK, MÁXIMO REALIZADOR GERUNDENSE, Y APOSTÓ POR STUANI

do señaló penalti por un claro agarrón de Raíllo sobre Stuani, que el mismo uruguayo transformó (3-1). El central cordobés fue expulsado tras varias protestas subidas de tono y aspaviento­s que Munuera Montero no toleró.

Apretó con todo lo que tenía el conjunto catalán ante un Mallorca que resistía y se defendía con todo. El dominio de balón era total por parte de un Girona que redujo distancias en el añadido con un tanto de Savinho. No dio tiempo para más, y el equipo rojiblanco cayó eliminado de la Copa del Rey por la mínima.

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// EFE Pablo Torre y Portu, cabizbajos tras la derrota sufrida en Palma de Mallorca
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