Xavi pone fecha a su salida
La derrota ante el Villarreal precipitó una rueda de prensa en la que puso fecha a su salida como entrenador blaugrana
Llegó en noviembre de 2021 y se irá el 30 de junio de 2024. Cuando Xavi ponga punto y final a su trayectoria como entrenador del Barça, habrán pasado dos años y medio desde que el club viajó (Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, y Mateu Alemany, director del Área de Fútbol) a Doha para convencer al emir de Qatar de que le liberase de su compromiso con el Al-Sadd y pudiera sentarse en el banquillo blaugrana. Al final lo único que convenció al mandatario árabe fue el dinero que el técnico avanzó de su bolsillo para cumplir su sueño de convertirse en el máximo responsable de la plantilla culé. Dos años y medio después, se irá. Dos años y medio en el Barça equivalen a una década en cualquier otro club. Xavi ha dicho basta. Dijo basta hace semanas, pero ayer lo verbalizó públicamente, convencido de que no quedaba otro remedio que fijar la fecha en la que dejaría de ser el máximo responsable técnico de la primera plantilla culé. Son las derrotas contundentes como la vivida ante el Villarreal las que lo precipitan todo, las que obligan a dar un paso al frente en un sentido o en otro, pero el anuncio de Xavi no es un calentón, sino una decisión meditada y consensuada con los suyos.
SIN MARCHA ATRÁS
En la rueda de prensa posterior al encuentro ante los castellonenses, el técnico explicó que llevaba tiempo hablándolo con su entorno más cercano, ese que forma su familia y su equipo de trabajo. Que no había marcha atrás y que, de hecho, la única duda estaba en elegir el momento preciso para anunciarlo. Xavi imaginaba un escenario distinto,
alejado de la tensión que ayer se vivió en Montjuïc, pero las cosas van como van y, forzado por las circunstancias, entre las que se incluye el nerviosismo instalado en los despachos de la entidad, se vio obligado a exponer ante la prensa que el 30 de junio de 2024 será su último día como técnico blaugrana.
LA LIBERACIÓN
Xavi fue el elegido por Laporta para sustituir a Koeman, que no era de su agrado. Y Xavi, que, por muchas palabras benevolentes que se hayan pronunciado desde el palco, en público y en privado, tampoco ha tenido nunca la absoluta confianza del presidente, ha tomado la firme y comprometida decisión de no ser un problema. Si, como parece, el consenso le sitúa a él como el culpable de todos los males que el, no lo olvidemos, actual campeón de Liga sufre hoy en día, lo mejor era dar un paso al lado y que pase el siguiente. Se libera él y, con la dimisión en diferido, asegura liberar también a sus jugadores.
EL FUTURO SE VERÁ
Cuando Xavi no esté, a partir del 1 de julio de 2024, ahí seguirán quienes le ficharon y quienes han apretado para que se vaya, también muchos de los futbolistas a los que se les ha firmado un contrato de aquellos que firmaba Bartomeu y que hipotecaron a la entidad.
También seguirá apretando de forma externa ese entorno tóxico que todo lo ve mal, al que no le importa la situación económica del club a la hora de exigir resultados, ese que todo lo pervierte. Xavi se va, pero el Barça, este mismo Barça, el club tal y como está a día de hoy, seguirá ahí, en construcción, con una plantilla desequilibrada, formada por juveniles y veteranos, corta y pendiente ahora de quién será el relevo del técnico al que han defendido dos años y medio.