El descenso intimida en Nervión
El Sevilla necesita pasar página de lo ocurrido en la Copa, con polémica de VAR en el último suspiro, y volver a ganar en casa para tomar oxígeno, puesto que no vencen en su estadio desde el 26 de septiembre, cuando goleó al colista Almería (5-1), aún con Mendilibar. Los cambios de técnico tampoco le han ido bien a los nervionense, pues con Quique lleva 8 partidos con 3 triunfos -uno en Liga (0-3 al Granada) y dos coperos (1-2 en Ferrol y 1-3 en Getafe). Quique sigue sin poder contar por lesión con los centrales Kike Salas y el serbio Gudelj y el extremo belga Lukebakio, además del punta marroquí En-Nesyri, con su selección en la Copa de África. A ellos se han unido por problemas físicos el extremo argentino Erik Lamela y el delantero dominicano Mariano Díaz, mientras que uno de los capitanes, el croata Ivan Rakitic, negocia su posible salida para recalar en el fútbol árabe.
ATASCADOS LEJOS DEL SADAR Osasuna llega a Sevilla con el incentivo de ganar lejos de Pamplona cuatro meses después y corroborar de esta forma su mejoría en Liga durante las últimas jornadas. Los tres últimos puntos sumados a domicilio datan del 1 de octubre en Mendizorroza, tiempo en el que las derrotas (4) y los empates (1) se han ido sucediendo. Las sensaciones han mejorado notablemente desde hace mes y medio.
El mal inicio liguero, en cuanto a juego, se ha ido olvidando con resultados favorables. Las victorias en casa ante Rayo Vallecano, Almería y Getafe permiten a los de
Jagoba Arrasate mantener una distancia prudente con el descenso. Según su técnico, Osasuna cuenta con “estímulos suficientes” de cara a la segunda vuelta: “Es verdad que lo del otro día nos viene muy bien y a nivel clasificatorio nos da cierto margen, pero queremos hacer una buena segunda vuelta, ganar fuera de casa y estamos enfocados en eso”, afirmó.